Jürgen Klopp y todo el Liverpool recibieron este lunes la noticia más esperada: tras saberse el resultado de las pruebas a las que Mohamed Salah fue sometido, los médicos dieron a conocer que el astro egipcio no sufre ninguna lesión grave en el tobillo tras la dura entrada el sábado del medio del Leicester Hamza Choudhury, que únicamente recibió una tarjeta amarilla. Según medios británicos, se trata de un esguince de tobillo.

No hay fecha sobre el regreso de Salah al equipo, pero el Liverpool confía en que no sea un periodo de inactividad largo. El parón por las selecciones da un margen al extremo, ya que el conjunto ‘red’ no vuelve a jugar hasta el 20 de octubre, cuando se medirá en el gran clásico del fútbol inglés al Manchester United. Los médicos no han descartado a Salah para dicho encuentro ni tampoco han confirmado que esté recuperado para jugarlo.

Hossam El-Badry, actual seleccionador de Egipto, ya antes de que se lesionara había dejado fuera de su lista a Salah porque cree que debe descansar.