El Barcelona tiene previsto despedir a Víctor Valdés este lunes como técnico del Juvenil A, puesto del que fue apartado el viernes tras un encontronazo con su ex compañero de equipo y ahora inmediato superior, Patrick Kluivert, ahora director del fútbol formativo. «No llegaron a las manos, pero fue una discusión muy desagradable y muy subida de tono. Justo antes, Valdés ya se había despedido de sus jugadores diciéndoles que iba a subir a ese despacho, donde también estaban Jordi Roura y Aureli Altimira. Él ya fue en busca de que lo echaran», mantienen fuentes del club, que aseguran que este lunes se tomará dicha medida. Valdés, apuesta personal del presidente Josep Maria Bartomeu en su empeño por reclutar a ex futbolistas de la época más exitosa, pondrá punto final a una etapa tan convulsa como breve: 11 semanas.

Valdés llegó al Barcelona el pasado 19 de julio dispuesto a introducir una metodología creada por él mismo y determinante en el conflicto. La llama Futtack, y le sirve para ordenar a sus futbolistas como si fueran piezas de ajedrez. Los centrales son peones, los extremos son alfiles, los laterales son torres… Los jugadores deben mezclar en un tablero dividido en cuartos. Ilaix Moriba, una de las estrellas de la cantera, debía ser el rey. O la reina podía ser Nico González, hijo de Fran, ex leyenda del Deportivo. «Viene una nueva era intelectual y política. Y también otro fútbol. Más masificado, más tecnológico. Con el Futtack propongo un fútbol de ataque, dinámico y con mucha amplitud. De 360 grados», argumentaba Valdés.