Desde el domingo 13 de julio del 2014, Gonzalo Higuaín pasó de ser uno de los mejores centrodelanteros del mundo a uno de los jugadores señalados como culpables de la sequía de la Selección argentina, luego de desperdiciar una oportunidad inmejorable en la final del Mundial contra Alemania.
Corría el minuto 21 del primer tiempo cuando la defensa alemana no logró salir jugando, Toni Kroos se equivocó con un cabezazo hacia atrás y dejó solo al Pipita, a espaldas de Hummels, con mucho tiempo y espacio para definir; sin embargo, el delantero nacido en Francia remató cruzado y desviado ante la salida de Manuel Neuer. Para colmo, en ese partido le anularon un gol por offside y no le cobraron un claro penal que le hizo el arquero germano.
“Fue una jugada claramente inesperada. Me tocó estar ahí y lamentablemente no se pudo concretar”, recordó el futbolista de Juventus, en declaraciones a Fox Sports, y continuó: “Definí con lo primero que se me vino a la cabeza. Lamentablemente no pudo terminar como quise, pero no sé si hoy volvería a hacer los mismo. Fue la primera decisión que se me vino”.
En la misma línea, el atacante ya retirado de la Selección argumentó: “Me agarra saliendo y de espalda. Me la dio un defensor a 15 metros y apenas me giré tenía el arco enfrente. Quizá se ve más fácil de lo que era, pero bueno, ya pasó y ahora hay que mirar adelante”.
“En ese instante no pensé (que era una final), yo trato de jugar todos los partidos de la misma manera. La dimensión obviamente era la más alta. Pero ahora miro para adelante, porque todavía me quedan años para jugar al fútbol y los quiero disfrutar” , concluyó.