La UEFA ha cerrado la investigación sobre el presunto quebrantamiento de las normas del Fair Play financiero por parte del Manchester City y ha elevado el caso a la cámara de adjudicación de la máxima institución del fútbol europeo para que empiece el juicio al club inglés. Entre las sanciones posibles se encuentra su expulsión de la Champions durante una temporada.
El City ha emitido un comunicado en el que se muestra decepcionado, pero no sorprendido, ya que esta semana The New York Times publicó la noticia sobre esta investigación. Confía, no obstante, en que la resolución del caso "por un cuerpo judicial independiente" sea positiva a sus intereses.
"La acusación de irregularidades financieras es totalmente falsa", acusa la entidad de Mánchester, que añade que la investigación de la UEFA ha ignorado la documentación facilitada por la entidad. "La decisión contiene errores, interpretaciones erróneas y confusiones que se deben a una falta de garantías procesales", asegura el City, que califica el proceso de "insatisfactorio, restringido y hostil".
El Manchester City, propiedad desde 2008 de un miembro de la familia real de Abu Dabi, es junto al París SG uno de los clubes señalados con el dedo por Football Leaks que reveló que los citizens recibieron unos 2.700 millones de su propietario, con contratos de patrocinio evaluados al alza.
El diario estadounidense The New York Times informó el lunes que la UEFA podría recomendar la expulsión del City de la Liga de Campeones, para la que está clasificado, para la próxima temporada o la siguiente. Según la normativa, la cámara de juicio puede archivar este caso, descalificar al club de las competiciones europeas, tomar medidas disciplinarias o aplicar, rechazar o enmendar una decisión del investigador jefe.