El Manchester City se coronó campeón de la Copa de la Liga inglesa tras vencer al Chelsea en la tanda de penales por 4-3. En los 120 minutos de juego quedaron 0-0.
Dos semanas después del 6-0 del City sobre Chelsea, se vio un partido más parejo, con el equipo de Londres siendo más precavido en defensa para no quedar tan expuesto.
Los dirigidos por Josep Guardiola estaban más cerca del triunfo pero el gol no llegaba. Hubo que ir al tiempo suplementario y ahí tampoco hubo anotaciones pero sí drama.
Cuando ya finalizaba el tiempo, el técnico Maurizio Sarri dispuso que ingresara el arquero Willy Caballero en reemplazo de Kepa, quien había presentado molestias. Sin embargo, el español se negó a salir provocando la ira del entrenador italiano, que casi se va a vestuarios.
Finalmente Kepa se quedó, y aunque atajó un penal, Chelsea cayó por los fallos de Jorginho y David Luiz, con lo que el City se quedó con la Copa.