En la Copa de Portugal que se disputó entre Desportivo Aves y Sporting de Lisboa que terminó con victoria por 2 a 1 a favor del Aves se dio un hecho bastante curioso.

El árbitro Tiago Martins no recogió el balón de algún pedestal sino que el balón le llegó flotando, como si fuera algún balón mágico. Cuando el balón quedo en el suelo el árbitro no se agacho a recogerla sino que como que si tuviera algún poder telequinético como el Profesor X de los X Men hizo que levitara y le llego a las manos.

Obviamente esto fue preparado pero sin duda resultó ser una manera muy peculiar de llamar la atención en una ceremonia en la que los árbitros suelen ser muy formales.