Tras la humillante derrota con la Juventus en la final de Coppa Italia, el Milán levanta cabeza asegurándose, al menos, el objetivo mínimo de esta temporada, la clasificación a la Europa League. El empate en casa del Atalanta deja a los rossoneri en el sexto puesto, que defenderán en la próxima jornada (recibiendo a la Fiorentina) para evitar las fases previas de la competición en julio. En el séptimo, están justo los de Bérgamo.

El partido, en el Atleti Azzurri d’Italia, fue muy intenso, bajo una incesante lluvia. El árbitro Marco Guida tuvo que sacar hasta 12 tarjetas (10 amarillas, dos rojas), un récord para esta Serie A. En la primera mitad la mejor ocasión fue para los locales, con tres disparos en la misma jugada, de Cristante (dos veces) y Freuler, rechazados por Rodríguez y Biglia.

Los nerazzurri empezaron la segunda mitad con las mismas ganas y siguieron creando peligro, sobre todo con Cristante y Caldara, que disparó fuera tras un rechace de Donnarumma, ante la portería vacía. Justo cuando estaban contra las cuerdas, los rossoneri se adelantaron: Kessié, con un taconazo, empezó una jugada con Montolivo y la acabó con un latigazo desde fuera del área, que castigó a su exequipo.

El partido se encendió: la Dea se quedó con diez en el 66’ (expulsado Toloi), el Milán lo hizo diez minutos después (roja para Montolivo). El conjunto de Gasperini, que miró el partido desde las gradas por su polémica sanción, siguió empujando y empató merecidamente sobre la bocina: en el 91’, Masiello recibió un gran centro de Ilicic y, con un testarazo, batió a Donnarumma, que como en la final de Copa falló en su parada. El Atleti Azzurri d’Italia estalló: con el empate, el equipo de Bérgamo está a un paso de su segunda clasificación europea consecutiva. Le falta un punto, aunque podría ser posible sellar el pase también perdiendo en la última jornada ante el Cagliari.