Zlatan Ibrahimovic ha vuelto. Su aterrizaje en Los Ángeles Galaxy no pudo ser mejor, con un golazo de gran talento para ayudar a los suyos. Hace dos años que dejó la selección de Suecia pero la afición lleva meses pidiendo que vuelva para disputar el Mundial de Rusia. Su primera gran temporada en el Manchester United antes de lesionarse y su retorno tras la operación de rodilla evidencian que incluso a sus 36 años sigue siendo el mejor futbolista del país.

Pero independientemente de si Janne Anderson decide convocarle o no para la cita mundialista, lo cierto es que la FIFA le podría prohibir jugar, según indica The Sun. El motivo es que hace un mes se unió a la casa de apuestas Bethard para promocionarla. El problema es que la FIFA no permite que un futbolista esté ligado a este tipo de empresas. El reglamento dice lo siguiente:

«Las personas sujetas a este código tienen prohibido tomar parte, directa o indirectamente, así como asociarse en apuestas, juegos de azar, loterías y eventos similares o transacciones conectadas con partidos de fútbol».

Sin embargo, la FIFA persigue a los apostadores, más que a los futbolistas ligados a las casas de apuestas con el fin de promocionarlas. Sin ir más lejos, Neymar (Brasil) es imagen de PokerStars, una casa de apuestas sobre póquer que también tiene su apartado para apuestas deportivas.

El propio jugador dijo lo siguiente cuando se unió a Bethard: «Obviamente he sido cortejado por casas de apuestas a lo largo de mi carrera, pero hasta ahora no me habían presentado algo así. Bethard tiene algo diferente. Es una compañía con raíces suecas cuyos fundadores son de mi ciudad».

En cualquier caso, para que la FIFA decidiese tomar parte o no en el veto de Ibrahimovic, primero habrá que esperar a ver si decide volver con su selección tras dos años de inactividad.