No cabe duda que Vinícius, con pocos minutos en cancha, acabó con Emelec en la segunda fecha de la segunda jornada de la Copa CONMEBOL Libertadores 2018. El jugador brasileño, futuro crack del Real Madrid hizo un doblete y le dio el triunfo a Flamengo…
La nota de AS a su disposición:
«TENDRÁ EL MUNDO A SUS PIES»

Vinícius Junior sigue creciendo a pasos agigantados. El garoto de Flamengo, por el que el Real Madrid pagó 45 millones de euros hace unos meses, fue clave para que su equipo consiguiera el triunfo ante Emelec en Ecuador. En el duelo correspondiente a la segunda jornada de la fase de grupos de la Copa Libertadores demostró una gran personalidad para, saliendo desde el banquillo, darle la vuelta al marcador con dos acciones de genio, dignas del propio Ronaldo Nazário. 

«Vine haciendo lo que he hecho siempre. Mucha gente está criticando, sin razón, pero yo me dedico a jugar y hacer goles. Gracias al trabajo de mis compañeros pude decidir el partido» dijo el joven al finalizar el encuentro.

En un partido que se le complicaba al Mengão en el segundo tiempo cuando Brayan Angulo hacía vibrar al Capwell adelantando a los suyos en el marcador. Carpegiani, entonces, realizó la única modificación del encuentro: dio entrada a Vinícius Junior en el minuto 68 por un Everton Ribeiro con molestias. El joven de 17 años aceptó el reto y le dio la vuelta al encuentro. 

El primer gol llegó después de una gran conducción y un regate de fantasía para terminar definiendo con un disparo duro que se terminaría colando en la portería de Esteban Dreer. El segundo, también de bella factura, consistió en un disparo desde la frontal con la zurda para culminar la remontada y dar la victoria a su equipo. 

En su debut en la competición más importante a nivel de clubes de Sudamérica, la Copa Libertadores, Vinícius tiró del equipo como si de un veterano se tratase y supo entender lo que necesitaba en cada momento. Con el primer doblete en su carrera, el ‘garoto de los 45 millones’ se consagra en la Libertadores.

Nota de: Víctor Loor Bonilla