El empate ante Colombia en Lima, que generó especulaciones de amaño y teorías conspirativas, es hora de dejarlo atrás. La selección de Perú sabe que la única forma de regresar a un Mundial después de 36 años es preparándose de la mejor manera posible para el duelo de repechaje ante Nueva Zelanda. Es una oportunidad única e histórica. El elenco dirigido por Ricardo Gareca está ante una chance inmejorable de conseguir la ansiada participación en la Copa del Mundo. Por ello, si la preparación para las últimas jornadas de Eliminatorias Sudamericanas fue minuciosa, este viaje tendrá una logística especial.

Se trata de un desafío doble: el rival y la distancia. A Perú le toca afrontar el primer duelo de la repesca el sábado 11 de noviembre en condición de visitante, por lo que tiene un largo trayecto que recorrer antes de la competencia. La Federación Peruana de Fútbol (FPF) se encargó de no dejar los pormenores al azar y ha organizado su traslado a Oceanía con mucha atención para los futbolistas. Los jugadores peruanos tendrán un cuidado mayúsculo.

En primer lugar, la FPF decidió contratar un avión chárter para que el seleccionado viaje a Nueva Zelanda, lo que permitirá reducir de 20 a 12 horas el tiempo de viaje desde Lima hasta Auckland, que está a solamente 45 minutos de Wellington, donde jugarán el partido. En ese vuelo estarán los jugadores del torneo local, más Paolo Guerrero, Miguel Trauco y Christian Cueva, que juegan en la Liga brasileña. En Auckland, se montará la concentración a la espera de los jugadores que militan en Europa y México.

El viaje está pactado para el 6 de noviembre, cuatro días antes del encuentro ante Nueva Zelanda, y la intención es que sea en horario nocturno para que los jugadores puedan dormir durante gran parte del trayecto, lo que disminuiría notablemente el cansancio. «Se partirá por la noche y la idea es que duerman durante el viaje, para que lleguen descansados y puedan desayunar al llegar», manifestó Julio Segura, médico de la selección de Perú, en diálogo con Radio Nacional.

Además, Julio Segura reveló que el avión «será acondicionado para que los jugadores puedan descansar cómodamente».

Como el descanso es una cuestión primordial para Ricardo Gareca y su cuerpo técnico, los futbolistas que tengan problemas para dormir en el avión podrán ingerir algún medicamento o sedante. «A algunos jugadores se les daría medicamentos permitidos para que puedan dormir tranquilos», explicó el médico de la selección peruana. No obstante, no es el único aspecto que preocupa con respecto a las 12 horas de vuelo. También consideran muy importante cuidar la circulación sanguínea, y el médico indicó que van a prevenir cualquier inconveniente con la utilización de calcetines especiales. «Los jugadores también usarán medias especiales para que no haya problemas con la circulación de la sangre por las venas de las piernas. Hay que cuidar los músculos y que no se hinchen las piernas», especificó Segura.

Antonio García Pye, gerente de la selección peruana, es quien lleva adelante las últimas reuniones con dirigentes de la Asociación de Fútbol de Nueva Zelanda y representantes de la FIFA, para que el plan salga a la perfección.

En 18 días, Perú viajará a Wellington para enfrentar a los All Whites el sábado 11 de noviembre. Su ilusión es conseguir un resultado favorable y llegar con ventaja a la revancha, que se disputará el miércoles 15 de noviembre en el Estadio Nacional de Lima.