Luego de la convulsionada semana que vivió con su compañero Edinson Cavani, Neymar salió al Parque de los Príncipes como si nada hubiera pasado. El astro brasileño lideró los ataques del PSG y a los 5 minutos frotó la lámpara para que su magia sorprenda a Costil.

Con un tiro libre perfecto el ex Barcelona abrió el marcador frente al Bordeaux y no conforme con su conquista, la figura mundial continuó embistiendo a la debilitada defensa visitante para liquidar el pleito de forma prematura.

Tras unas triangulaciones punzantes, Neymar habilitó a Cavani para que el uruguayo extienda la diferencia. Naturalmente, los flashes de las cámaras se focalizaron en el festejo del charrúa, dado que Edi buscó a su compañero, le dedicó el tanto y cerró la escena con un abrazo reconciliador.

Luego de la polémica sobre quién era el líder del planteo o quién debía ejecutar los penales a favor, Neymar y Cavani demostraron su profesionalidad para centrar sus objetivos en la Ligue 1 y la Champions League.

Tan bien funcionó el circuito ofensivo del combinado de Unai Emery, que antes de los 20 minutos el belga Meunier transformó el triunfo en goleada. La notable proyección de Yuri contribuyó para que el lateral imponga el 3 a 0. Sin dudas, en el campo había un monólogo que hacía delirar a la afición.

Sin embargo, el exceso de confianza le jugó una mala pasada al dueño de casa. Con la rápida garantía de contar con los tres puntos surgieron las desconcentraciones y Sankhare capitalizó las fallas defensivas para marcar el descuento. A pesar del grito del senegalés el pleito estaba concluido.

Si algo le faltaba a la novela francesa era el penal que tuvo a favor el PSG. Fue el primero luego del conflicto entre los delantero y esta vez no hubo discusión. Neymar se encargó de la ejecución y la dedicatoria hacia Cavani reflejó el armisticio que firmaron las estrellas. En París reinó la paz de sus potencias y el duelo terminó finalmente con un 6 a 2.