Milán fue superior desde el inicio, con un Rodríguez inspirado por la banda izquierda. Aún así, Zapata tuvo un cierre notable al minuto 7 a Lewandowski que bien hubiera podido cambiar la historia.

Fue gracias a Rodríguez que llegó el primer tanto de los italianos al minuto 14, cuando metió un pase preciso para Kessié, quien apareció por el centro sin marca y definió arriba.

El gol no alcanzó a digerirse cuando ya caía el segundo, al minuto 25. Otra gran llegada de Rodríguez por la punta y esta vez encontró al joven Cutrone, quien remató de frente al arco.

Con la ventaja, Milán se fue acomodando mejor en la cancha, contando un par de cierres oportunos de Zapata, mientras Bayern Múnich parecía espeso en la salida y era Ribery quien más lo intentaba, junto a un par de tímidas salidas de Muller y Alaba. De hecho, al 41 se metió el francés entre cuatro hombres del Milán pero no encontró a Lewandowski.

Y justo entonces cayó el tercero del Milán, al minuto 41. Fue una gran jugada, toda inventada por Niang, la figura del partido, con pase abierto por derecha a Bonaventura y centro a Cutrone, para su doblete. Ganaba Milán 3-0 justamente.

Para el complemento llegó James al club alemán y el ataque mejoró, aunque no llegó a verse en el marcador. Fue más punzante el Bayern, si bien Milán también bajó el ritmo con la tranquilidad de sus tres goles de ventaja.

La opción más clara fue la del minuto 57, gran remate de Muller que salvó Donnarumma.

Al minuto 62 se fue Zapata del campo para darle su puesto a Bonucci (el nuevo dueño del puesto) tras un partido correcto.

Al 71 tuvo Tolisso el descuento a pase de Lewandowski y minutos después el lindo pase de James a Muller fue desperdiciado por este último de frente a la portería.

La conclusión fue obra de Calhanoglu al 84, una llegada libre por el costado derecho y definición impecable para el 4-0 definitivo.