Los fervientes seguidores de la Roma no pudieron disfrutar del mítico capitán de su equipo como ellos hubieran querido por culpa de su entrenador, ‎Luciano Spalletti, quien decidió ponerlo en los últimos tres minutos del partido.

Todo el Estadio Olímpico estaba esperando el ingreso de su jugador emblema, ya que sería el último encuentro que disputaría como local ante la Juventus. Tras la victoria, el «10» legendario se retiró molesto.

Pasaban los minutos y el público se impacientaba. A pesar de disfrutar de un 2-1 a favor, a los 10 minutos del segundo tiempo, los fanáticos querían ver a su ídolo, quien no iba a ingresar hasta los 46.

Con el triunfo en el bolsillo, Francesco Totti iba a entrar por Mohamed Salah después de haber calentado durante gran parte del complemento. Cuando pisó el césped recibió la ovación de todo el estadio, seguidores de la Roma y la Juventus lo aplaudieron por igual.

El mediocampista ofensivo, de 40 años, terminó el partido sin tocar el balón, y su fastidio se hizo evidente una vez que finalizó el encuentro. Sin saludar a su entrenador y con un rostro que no reflejaba la gran victoria conseguida sobre el líder de la Serie A, abandonó el campo de juego.

Los goles de Daniele De Rossi, Stefan El Shaarawy y Radja Nainggolan le permitieron a la Roma estirar a una fecha más el posible título de la Juventus, quien en la próxima fecha se enfrentará al Crotone, antepenúltimo de la tabla.