El defensa del Real Madrid, Marcelo, concedió una entrevista al programa ‘Campo de Estrellas’ de ‘Realmadrid TV’. En ella, confesó los detalles de su fichaje por el Real Madrid, algunos momentos amargos en su paso por el equipo blanco y cómo se tomó ser suplente en la conquista de la ‘Décima’.

El lateral brasileño contó cómo fue su fichaje por el Real Madrid. En principio, venía para jugar en el segundo equipo, pero Fabio Capello decidió que debía entrenar con la primera plantilla: «Todo pasó muy rápido. Vine y no sabía que iba a firmar el contrato, pensé que venía a que me conocieran y cuando llegué ya había 55 personas en el Bernabéu. Cuando llegué me dijeron que iba a jugar en el Castilla y yo estaba encantado de la vida, pero Capello dijo que no, que tenía que entrenar con el primer equipo».

Pero justo antes de ese fichaje, tenía varias ofertas importantes de otros clubes (Monchi ha dicho en varias ocasiones que se le escapó por poco). Sin embargo, antepuso el equipo blanco a cualquier otra oferta: «Había propuestas de CSKA de Moscú y de Sevilla. El Sevilla estaba casi cerrado porque el Fluminense firmó un acuerdo ya, pero el Madrid tenía interés también y yo dije que si eso era verdad me iba al Madrid».

Marcelo empezó a jugar al fútbol sala «con cuatro años» y a los ocho se pasó al fútbol playa «porque quería ser portero». Contó que se siente un canterano más y que le hubiera encantado «jugar con el Castilla».

Cuando le preguntaron por su peor momento en el Real Madrid, explicó cómo quisieron cederle a otro club: «Cuando tenía 18 años un directivo me llamó su despacho en el Bernabéu y fui solo. Me dijo que querían cederme a otro club para que cogiese experiencia y que querían que volviese al año siguiente. Le dije que no me iba a mover del Madrid. Fue el peor momento porque sabía que el equipo no me necesitaba, pero fue el momento en el que más fuerte he sido».

Habló de su relación con Roberto Carlos, jugador del que acabó heredando el puesto y al que considera un gran amigo: «Nos trató como si fuéramos de la familia. Pasamos las navidades con él porque no podíamos ir a Brasil». También tuvo unas palabras para Sergio Ramos, con quien lleva compartiendo vestuario mucho tiempo: «Es como un hermano. Llevamos diez años y cuando llegué, que era un chaval, me trataba igual».

Marcelo explicó que le costó mucho llegar al lugar en el que está hoy y convertirse en uno de los capitanes del equipo: «He luchado y he sufrido muchísimo por ser uno de los capitanes del Real Madrid. No tiene precio».

Por último, confesó que se enfadó cuando se enteró de que no iba a ser titular el día de la ‘Décima’: «Cuando vi que no jugaba estaba cabreado porque quería ayudar al equipo. Al final entré, ayudé y me sentí importante».