Completamente chiflado. Así está Jordan Carey, arquero del Miller del ascenso inglés. Le hicieron un gol en el rebote de un penal y agarró el palo a cabezazos.

La reacción inesperada causó mucha gracia y es furor en redes sociales. Frustrado y con impotencia se agarró de uno de los palos del arco y le dio cabezazos con fuerza. Y cerró con un puñetazo.