Uno de los seis supervivientes del accidente aéreo ocurrido la semana pasada en Colombia ha asegurado este lunes que los pasajeros no se enteraron de lo que pasaba porque el piloto anunció que iba a realizar un aterrizaje de emergencia.

Erwin Tumirí, uno de los técnicos del vuelo de la aerolínea boliviana Lamia en la que viajaba el equipo de fútbol brasileño Chapecoense, ha contado en Blu Radio cómo vivió los últimos minutos antes de que el avión se estrellara en Colombia por falta de combustible.

«Nadie sabía lo que estaba pasando. Todos creíamos que íbamos a aterrizar porque el tripulante ya lo había anunciado (…) Sentimos el descenso pero pensamos todo el tiempo que era un aterrizaje (…) Estábamos esperando eso», ha dicho.

Tumirí ha indicado que «todo fue muy rápido». «De un momento a otro vibró el avión, se apagaron las luces y se prendieron las de emergencia. Ahí fue cuando nos dio la mala vibra», ha recordado, si bien ha subrayado que «nadie sabía que había un problema», por lo que «no hubo tiempo para nada».

A este respecto, ha desmentido que él supiera qué estaba ocurriendo y se pusiera en posición fetal para protegerse del impacto, logrando sobrevivir gracias a eso. «Ni me puse en medio de maletas ni hubo gente levantándose de sus asientos y gritando», ha negado. «No hubo tiempo para nada», ha recalcado.

De hecho, ha revelado que los instantes anteriores al impacto «fueron muy alegres». «Ellos estaban con sus iPad o escuchando música, el ambiente era de alegría. El técnico incluso me estaba enseñando a hablar portugués. Todos íbamos normal, esperando el aterrizaje», ha insistido.

También ha aclarado que su trabajo era abastecer de combustible el avión, no hacer el cálculo de la cantidad necesaria para cubrir el trayecto: «Ese es trabajo del despachador». Tumirí ha asegurado que solo se enteró de cuál era la causa cuando se lo contó una azafata que también logró sobrevivir. «Creo que el piloto debió comunicarse conmigo», ha criticado.

Tumirí se despertó bocabajo, «así como entre sueños». «Estaba lloviendo y oscuro. Vi a Ximena (una azafata) que estaba atrapada y la cogí», ha recordado. Interrogado sobre el reencuentro con su familia, ha dicho que «fue muy emotivo». «Mi mamá no se lo podía creer. Ella está muy emocionada», ha contado.

El técnico de vuelo ha asegurado que quiere seguir en el aire. «Quiero seguir con esta carrera, quiero ser piloto. Ya me subí a un avión (para viajar a Bolivia) tras el accidente y al principio me dio miedo, pero ya después bien», ha confesado.

El 28 de noviembre, el vuelo del Chapecoense, que partió de la ciudad boliviana de Santa Cruz rumbo a Medellín, se estrelló a la altura de Antioquia por falta de combustible, según han revelado las conversaciones del piloto. De las 77 personas que iban a bordo, 71 murieron.