Bauza habla para MARCA de Messi. El seleccionador argentino analiza al Leo que juega con La Albiceleste.

¿Cómo fue su llegada como Seleccionador argentino en un momento tan convulso?
Más allá del conflicto que hay en AFA, y parece que ahora se está encaminado nunca, en mi caso no tuve ningún problema para trabajar, el presidente Armando Pérez me dio tranquilidad. Obviamente quisiera que de una vez por todas se normalice. En el momento de la designación de nuevo seleccionador salieron muchos nombres con mucha historia pero no lo tomé como estar en una disputa normal. Después que me nombraron, me puse muy contento, ya luego vinieron las presiones. Tuvimos 6 partidos en menos de 90 días, y tres de ellos tuvimos que afrontarlos sin Messi, con todo lo que eso implica. Estamos presionados, la verdad.

¿Había mucho que cambiar o se podía rescatar algo de la herencia de Martino?
Lo primero fue escoger al grupo de jugadores, esa fue la primera gran decisión. Una vez me junté con ellos, hablamos de la idea futbolística, que en realidad no difiere mucho de lo que venían haciendo, pero con otra organización. Desde lo táctico no hay muchas diferencias. Ganamos a Uruguay y después cometimos errores, pero estamos en un proceso de conocimiento entre todos y adquirir una identidad de juego que de a poco la estamos instalando.

¿Cree que el futbolista argentino siente distinto su camiseta?
No sé cómo lo vive el resto pero aquí los jugadores están muy comprometidos y eso es algo que me deja muy tranquilo, porque además me lo demuestran. Mire el sacrificio que hacen con sus equipos, tienen muchos partidos, se toman un avión de quince horas, juegan, otra vez se van… Hay pocos que lo valoran.
Maradona ha dicho recientemente que antes los futbolistas argentinos se reservaban en los clubes para la Selección y que ahora es al revés. ¿Está de acuerdo?
Yo que digo es que están muy expuestos y juegan en equipos de primer nivel y de permanente exigencia, de tensión y eso indudablemente en lo anímico es un tema importante. Por esa exposición tan grande están obligados a cuidarse, hay muchas miradas sobre ellos.

¿A qué achaca esa presión continua a la que es sometida la Selección argentina?
A la idiosincrasia de este país, es el único que saliendo subcampeón de un Mundial habla de fracaso. Partiendo de esa premisa no puede entenderlo. Hay que convivir con ella, sabemos cómo es, el periodismo tiene influencia en esa opinión, pero alguna no cabe en la cabeza. Para el argentino el fútbol es algo muy presente, se vive de una forma muy intensa. Pero un fracaso sería no estar en el Mundial.

¿Un éxito entonces qué sería?
Jugar otra final de un Mundial. No va a ser fácil, pero toda mi vida fue una lucha.

¿Qué Messi se encontró?
A un futbolista muy comprometido con la Selección, que había dicho algo en un momento de frustración pero empezamos a hablar de fútbol y te dabas cuenta que vive por y para eso. No hay nadie más que él que quiera ganar un título con la Selección, me lo demostró en esas dos horas de conversación que mantuvimos, así que luego la convocatoria salió sola. Sentí que nunca había estado lejos de la Selección argentina.

¿Qué le ha llamado más la atención de Leo?
Lo que sabe del equipo, lo comprometido que está consigo mismo y con el resto. Sabe perfectamente cómo se mueven sus compañeros, las virtudes y defectos de cada uno. Cuando hablas con él el discurso es uno sólo, muy claro, es una persona muy simple.

¿Por qué cree que Leo habló de su renuncia a la Selección?
Los que hemos sido futbolistas sabemos lo que es sentir frustración, y eso te lleve a decir cosas… Además venía de haber fallado un penalti en la final y perderla. Leo se olvidó de todo eso en cuanto empezó a estar de nuevo con sus compañeros y ser consciente de lo que le puede dar a la selección de su país.

¿Cómo afecta la ausencia de Leo al equipo?
En mi planteamiento apenas cambia nada pero dejas de tener el desequilibrio que él te da. Sobre todo destaco la preocupación que causa su presencia en el rival. Es difícil medirla pero existe. Cuando juega Messi tienen una tensión y presión sobre él, y si no está se sienten más liberados.

¿Qué es lo mejor y lo más ingrato de ser seleccionador de Argentina?
El privilegio es estar con este grupo de jugadores que uno elige, son los de mayor jerarquía mundial. Lo complicado es la presión que supone el cargo, porque en Argentina todo el mundo es técnico. Es verdad que estos jugadores te hacen el trabajo fácil pero la falta de tiempo para preparar los partidos juntos es el gran inconveniente.
También le reprochan que cita a jugadores sólo porque hacen vestuario, como Lavezzi o Demichelis.

Los que dicen eso no tienen idea de lo que es un vestuario y desconocen la razón de por qué cito a unos y a otros. Yo no traigo a nadie para divertir a Leo o preparar los mates. Demichelis puede aportar mucho por su experiencia. Lavezzi está en recuperación y lo estamos sumando para que siga con ella, esperamos que en marzo pueda jugar.

Lo mismo que por no apostar por una dupla Higuaín- Agüero
Los dos son extraordinarios, los han escogido para que estén entre los veinte del Balón de Oro. El ‘Pipa’ se está adaptando a un nuevo equipo, con nuevos compañeros y aún así lo veo muy bien. El ‘Kun’ ya está acostumbrado al club, a Manchester y hacer goles con la camiseta del City. Hay momentos en los que jugarán juntos, dependiendo del tipo de partido y rival, uno puede hacerlo más adelante y otro más atrás, de hecho el Kun puede jugar en dos o tres posiciones distintas.

¿Por qué cuesta tanto el buen juego en la Selección?
Porque juegas contra los mejores, las eliminatorias son terribles. Tenemos un esquema al que hay que ir dándole forma. Contra Uruguay sacamos el partido con uno menos, contra Perú lo teníamos ganado a falta de seis minutos, y si marcamos el penalti contra Paraguay… No es tan fácil como parece.

¿Cómo trabaja el aspecto lo anímico del equipo?
Mientras les seguimos en los partidos con sus respectivos equipos, los vemos todos y les llamamos cuando terminan para ver cómo acabaron. Estamos en contacto permanentemente con los jugadores y con los médicos de sus clubes.

¿Usted puede ser amigo de sus jugadores?
Yo no soy amigo, tengo buena relación, más que nada un diálogo, que para mí es lo importante. Hay una cuestión generacional, tenemos vidas diferentes… No es una buena idea ser amigo de tus jugadores aunque con algunos tenga mejor relación que con otros.

¿Cree que usted tiene menos crédito como Seleccionador al no ser muy reconocido?
En Argentina no porque saben de mi trayectoria. Lo más importante es que tengo el respeto de los jugadores y me lo hacen sentir.

¿Cuál es la Selección argentina que más le gustó y a cuál le gustaría asemejarse?
Tuvimos dos campeonas del mundo, y formé parte de la del 90, en la que salimos subcampeones. No me interesa igualar a nadie, me interesa que el equipo tome una identidad, como la que tuvimos en el último partido contra Uruguay. Y sé que en el Mundial nos va a ir muy bien.

¿Con qué premisa iría usted al Mundial?
Con la de ser campeón, si no sueño con eso, no voy.