Gerard Piqué ha dicho basta: el central catalán anunció en Albania que dejará la selección española tras el Mundial de 2018, cansado de ser el foco de las polémicas y de que se le cuestione su compromiso con la selección.

La polémica de las mangas de su camiseta (Piqué fue acusado por algunos sectores de haberse recortado las mangas para no jugar con el ribete de la bandera de España) ha sido el último capítulo de una larga historia de acusaciones por parte de un cierto sector de la prensa que ha convertido al central del Barça en su diana preferida.

A Piqué siempre se le ha cuestionado su compromiso con la selección: no importa que haya sido internacional desde la categoría sub-17, ni que haya participado en la época más gloriosa de la historia de la Roja.

LA DIADA DE 2014, PUNTO DE INFLEXIÓN
Sin embargo, todo empezó a recrudeceder hace dos años, cuando Piqué acudió con su hijo Milan a la Diada del 11 de septiembre de 2014. «Nunca había vivido nada parecido, simplemente inolvidable!», tuiteó junto a una foto en la manfiestación que recorría las calles de Barcelona.

Ese gesto fue interpretado por parte de una parte de la prensa como una adhesión sin matices de Piqué a la causa independentista catalana, aunque el central nunca ha valorado públicamente sus opiniones al respecto, más allá de mostrarse a favor de una consulta en las urnas.

«Creo que de mí no se puede dudar, llevo en la selección española desde los 16 años, siempre lo he dado todo y, otra cosa bien distinta es sentirme catalán, el estar a favor de la consulta porque creo que es algo democrático que tiene que suceder. Todo el mundo tiene su derecho», dijo Piqué poco después.

LA IMAGEN DEL ESPAÑA-AUSTRALIA
Poco antes, Piqué ya fue objeto de crítcas durante el Mundial de 2014: concretamente, en el último partido del torneo, con España ya eliminada ante Australia, el central fue acusado de indolente por una imagen suya sentado en el banquillo.

«CONTIGO EMPEZÓ TODO»
Piqué volvió a ser el centro de las críticas en junio de 2015: en plena celebración del triplete, el jugador del Barça lanzó un dardo envenenado al Real Madrid («gracias, Kevin Roldán, contigo empezó todo») que le costó una ola de silbidos en los siguientes partidos de la selección.

Piqué fue recibido con pitos en los partidos que España jugó en León, Oviedo, Alicante y Logroño, una situación que enturbió el ambiente de la selección y que molestó profundamente al entonces seleccionador, Vicente del Bosque.

Mucho antes, en abril de 2011, a Piqué se le acusó, por parte de un determinado sector de la prensa, de haberse enfrentado a los jugadores del Real Madrid antes de una final de Copa al grito de ‘Españoles, ahora os vamos a ganar la Copa de vuestro Rey», algo que Piqué siempre ha negado.

LA INEXISTENTE PEINETA AL HIMNO DE ESPAÑA
En la Eurocopa de 2016, Piqué volvió a ser objeto de críticas. Poco importó que un gol suyo ayudase a resolver el primer partido del torneo para la selección, ante la República Checa, o que el propio jugador compartiese una imagen de su hijo Milan con la camiseta de España.

Durante la interpretación de los himnos previos al España-Croacia, a Piqué se le acusó de realizar una peineta que algunos interpretaron como un gesto ofensivo hacia España. El jugador tuvo que aclarar poco después que simplemente se estaba «crujiendo los dedos».

«Dejemos de buscar polémicas donde no las hay e intentemos ganar la Eurocopa todos juntos», salió al paso Piqué.

LAS MANGAS Y EL RIBETE
La polémica de las mangas de la camiseta durante el Albani-España es la última de una larga lista de desencuentros: durante el partido que se jugó en Shkoder, se le acusó de haberse recortado las mangas para evitar lucir el ribete con los colores de la bandera de España, una polémica que el jugador se encargó de apagar demostrando que la camiseta de manga larga (Piqué nunca juega con camisetas de manga corta) ni siquiera llevaba el ribete.