La llegada de Pep Guardiola al Manchester City no trae un cambio de pizarra únicamente. Se le ha contratado por su idea de juego, pero especialmente para conseguir títulos. Pero su filosofía no se refleja sólo en el campo, sino también fuera de él. Es por eso que el entrenador ha puesto una serie de normas a sus jugadores para imponer disciplina y comenzar a mejorar las cosas de puertas para adentro, para que cuando lleguen los partidos la plantilla esté en mejor sintonía.
Al técnico le preocupa mucho la puntualidad con la que llegan sus jugadores a los entrenamientos. Deben llegar una hora antes a las instalaciones del equipo y al igual que hacía en el Barça o en el Bayern, pondrá multas que irán en aumento en función de si se repite el retraso o de cuánto tiempo haya sido. Kompany y Zabaleta (de la forma que hicieron Puyol y Lahm como capitanes), serán los que recauden el dinero de las multas de sus compañeros, que pueden llegar a ser de hasta 6.000 euros.
También ha decretado toque de queda entre semana, pues a los jugadores les está prohibido salir de fiesta y deben estar en casa a una hora determinada. De esta forma pretende evitar escándalos con la prensa.
Por otra parte, la alimentación de sus futbolistas va a ser más estricta. Se acabó beber refrescos y cerveza, no se pueden comer pasteles de ningún tipo y queda prohibido comer pizza. Seguirán un régimen que consta principalmente de fruta, carne, pescado, arroz y pasta acompañado de batidos. Para fomentar la buena relación entre sus jugadores, toda la plantilla debe desayunar y almorzar junta todos los días, tal y como reveló Zabaleta.
La unidad del vestuario es otro de los puntos clave que quiere mejorar. No sólo deben juntarse en las comidas ya mencionadas. Además les ha cortado la conexión a Internet en el vestuario, les ha prohibido hacer llamadas en el autobús del equipo. Todo ello con el fin de que dejen de utilizar sus teléfonos móviles y tengan más tiempo para estrechar lazos entre ellos.
El código de conducta preocupa mucho a Guardiola. Ya dijo que el cuerpo técnico estaba disponible para los jugadores las 24 horas del día, pero no por ello trabajan para los futbolistas. La intención es que los vean como iguales, es decir, que están para ayudar en lo que necesiten los jugadores, pero no están a sus órdenes.
Por último, la imagen que da la plantilla debe ser impecable. Se les proporciona un vestuario para que su forma de vestir no desentone demasiado. Deberán ser atentos y respetuosos con los aficionados y tener cuidado con las salidas de tono en los medios, como por ejemplo las polémicas declaraciones del agente de Yayá Touré, que dañan la imagen del Manchester City.