Todo transcurría con una tranquilidad pasmosa en el partido entre Vic Falls Tigers y Amagagasi, en una categoría regional del fútbol de Zimbabwe, un país africano sin demasiada tradición futbolística. Hasta que se desató una batalla de golpes entre un futbolista y un árbitro.

Uno de los jugadores de los Vic Falls Tigers no aguantó la tarjeta roja y le tiró cinco puñetes al árbitro, que lejos de quedarse tranquilo, respondió a los golpes. Tuvieron que ser separados por el resto de los futbolistas.

Las imágenes son increíbles y resulta difícil pensar que esto pueda suceder en un fútbol un poco más desarrollado.