Fue el propio presidente, Gianni Infantino, quien comunicó personalmente a los responsables de France Football (FF) que no iban a renovar el contrato de colaboración entre FIFA y la antaño prestigiosa revista francesa. Que no tenían ningún interés en seguir con el FIFA Ballon d’or que fue instaurado en el 2010, unificando el FIFA World Player y el Balón de oro de FF. Esa noticia pilló con el pie cambiado a los responsables del grupo Amaury, los propietarios de L’Equipe y de FF. MD ha podido constatar que existe una seria crisis en el seno de la publicación y que nadie sabe exactamente qué hacer. La noticia dada por la televisión del grupo de que “el Balón de oro vuelve a casa”, no deja de ser una ‘boutade’ que dirían los franceses, una ocurrencia para salir del paso. Ni L’Equipe, ni France Football informaron al respecto.

Este viernes, sin embargo, France Football en su cuenta de twitter ha adelantado que n la edición de la revista, que aparecerá el próximo martes, van a desvelar los secretos del ‘nuevo’ Balón de oro. Pomposamente aseguran que Cristiano, Messi, Neymar, Bale, Luis Suárez o Griezmann pueden estar tranquilos porque habrá un 61 Balón de oro este año para premiar al que ellos consideren mejor futbolista. También L’Equipe, más tarde, dio la misma información. Lo que sucede es que, en realidad, no han sido ellos sino la FIFA quien ha puesto fien a su asociación.

La noticia de la falta de patrocinio de la FIFA en la gala final del Balón de oro llega en muy mal momento para France Football que está en una fase de serios problemas respecto a su continuidad, tanto por su descenso de difusión, como por los problemas económicos consecuentes por su bajada de ventas. Sin duda, ha influido el cambio casi total de la redacción con mucha gente externa y muchos directivos llegados desde fuera del mundo del fútbol y hasta del periodismo a los que les preocupa fundamentalmente el ‘business’ y las cuentas de resultados. Tanto es así que han llegado a valorar la posibilidad de dejar de conceder el Balón de oro, algo que debe hacer revolver en la tumba a los periodistas que idearon y sacaron adelante el prestigioso trofeo y a otros como el legendario Jacques Ferran, que a sus 96 años sigue en la brecha, y que siempre criticó que hubieran ‘vendido’ a la FIFA el Balón de oro. El tiempo le ha dado la razón a este sabio del periodismo y del fútbol. Se equivocaron gravemente. Les cegó el dinero.

Un desafío económico

France Football se encuentra ahora con que por un lado tendrá a la FIFA como gran rival de su Balón de oro y, por otro, que deberá afrontar los elevados gastos de la organización del evento que desde el 2010 corrían a cargo del organismo futbolístico. Además, se encuentran con que van justos de tiempo para tratar de relanzar su propio trofeo que “ha vuelto a casa”. Conservan la infraestructura de su jurado, formado por corresponsales de la revista y periodistas de todo el mundo. Necesitan con urgencia a un patrocinador que ocupe la plaza de la FIFA y tienen poco tiempo para lograrlo.

Lo primero que deben hacer es decidir si vuelven al viejo sistema de sólo premiar a aquellos jugadores que militen en equipos europeos, ya que el FIFA Balón de oro estaba abierto al mundo. También entrarán, entonces, en lucha con el UEFA Award que otorga el premio al mejor futbolista de las competiciones europeas.

En el seno del grupo Amaury no paran las reuniones entre sus directivos, pero siguen sin tener una idea clara de qué hacer. De ahí que haya tan poca información al respecto. Nada más la comunicación de la televisión de L’Equipe forzada por las informaciones que desvelaron el divorcio con FIFA.

France Football estuvo sospechosamente muy ligada a Joseph Blatter en sus últimos meses al frente de la FIFA que acabaron con la renuncia del presidente ante la serie de acusaciones y detenciones de sus dirigentes por corrupción, así como la propia sanción del presidente. En esa época estuvieron al servicio del presidente de la FIFA atacando al entonces presidente de la UEFA y candidato a la FIFA, Michel Platini. presidente de la UEFA. ¿Recuerdan quien era la mano derecha, el secretario general de la UEFA? Efectivamente, Gianni Infantino.