Diego Pablo Simeone negó que hubiese sentido deseos de abandonar el Atlético de Madrid tras perder la final de la última Liga de Campeones. «Cuando dije lo de que tenía que pensar, me refería a la manera de afrontar cómo seguir involucrándome el Atlético de Madrid. Haberme ido no hubiese sido una manera de marchar en paz», confesó en el adelanto de una entrevista que Movistar+ emitirá este jueves a las 22.00 horas.

Al respecto, matizó que todo era cuestión de pensar cómo debía responder a su grupo de jugadores. «Nunca dije que me iba. Dije que necesitaba pensar y pensar puede ser un montón de situaciones. Por ejemplo, la energía con la cual me tengo que presentar delante de los mismos muchachos que desde hace cuatro años y medio me están dando la vida», explicó.

Y añadió: «Quiero volverles a insertar en una situación de máxima exigencia para volver a competir después de haber perdido dos finales. No es fácil».

Simeone asumió como suya la palabra «fracaso» al perder la segunda final de la Liga de Campeones ante el Real Madrid en tres años. «La gente tiene miedo de decir la palabra fracaso, pero es un sinónimo de no llegar al objetivo. Posiblemente la palabra sea fuerte, pero es la realidad de lo que yo sentí. Llegar a una final por segunda vez, con el esfuerzo de un montón de gente y mucho trabajo, y perderla por segunda vez, fue un golpe muy duro», aseguró.

El argentino reconoció que la herida todavía duele. «Cuando dicen eso de que las derrotas son agua pasada, es mentira. A mí no se me ha pasado. Quedará para toda la vida haber perdido esas dos finales. Ninguna otra final ganada compensará estas dos derrotas», manifestó.

Para Simeone, el fútbol alemán es un ejemplo a seguir. «Siempre miro a los grandes equipos y Alemania para mí es una referencia. Ha logrado ganar copas del mundo siempre insistiendo y estando ahí, y el único camino que me enseñaron desde pequeño para poder llegar al objetivo que uno quiere es insistir», dijo.

Y concluyó: «La vida no le da batallas fáciles a los mejores guerreros, y yo me considero un guerrero».