Junior Sornoza es una de las figuras de Independiente Del Valle y tendrá la oportunidad de disputar las semifinales de la Copa Libertadores de América 2016. El mediocampista portovejense de 22 años de edad concedió una entrevista a FIFA, ente al que relató lo vivido en el terremoto del pasado 16 de abril en nuestro país y lo que ha sido apuntar alto en la historia del club.

A continuación, la entrevista del máximo organismo del fútbol mundial a su disposición: 

Desde hace un par de meses Junior Sornoza festeja sus goles en la Copa Libertadores 2016 pensando en su Portoviejo natal. El motivo del delantero del Independiente del Valle es simple pero muy conmovedor: darle un poco de alegría a la gente que lo perdió todo el pasado 14 de abril, cuando un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter azotó a Ecuador.

“Mis padres tuvieron que vivir algunos días en la calle”, relata Sornoza en exclusiva a FIFA.com. “Tenían miedo de entrar a su casa por el temor a una réplica ya que en las paredes había algunas cuarteaduras. Así es muy difícil seguir pensando en el fútbol; pero hay que salir adelante, no hay que quedarse estancados”.

Sonrisas desde la cancha
Rápidamente convirtió el dolor por los suyos en motivación. Y tan sólo 12 días después de la tragedia, Independiente del Valle dio felicidad a su gente con una victoria en casa en octavos de final de la Libertadores ante el histórico River Plate argentino.

“Fue un rival muy difícil. Ya en el partido de vuelta tuvimos la suerte de ‘San Palo’, que no quiso que entrara la pelota en nuestra portería. Gracias a Dios de igual manera dejamos a Pumas en cuartos, aunque también en algunos momentos del partido nos complicó bastante. El equipo ha ganado valiosas enseñanzas con todo esto”, comenta el volante que contribuyó al histórico pase a semifinales con un gol ante el equipo mexicano en la vuelta.

“Todo lo que pasó en nuestro país sirvió como motivación. Siempre que entraba a la cancha estaba pensando en toda la gente afectada de Ecuador. Gracias a Dios se nos han dado las cosas y le hemos podido dar una alegría a los que nos necesitan ahorita”, confiesa. Compromiso en los jugadores y también en el club, que ha donado a los damnificados todo el dinero de las entradas.

El discurso de Sornoza suena al de un experimentado líder, pero tiene apenas 22 años. Sin embargo, está muy lejos de ser un novato. A los 17 años ya había debutado con Independiente del Valle y también disputado la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA México 2011.

“La humildad que siempre me ha caracterizado es lo que me ha ayudado a llevar esos logros sin perder el piso. Cuando debuté mucha gente me metía cosas en la cabeza, me decían que era un excelente jugador. Mi mentalidad siempre fue mantener los pies sobre la tierra y por eso he logrado cosas importantes”, rememora el jugador, para quien su mamá soñaba una carrera de cantante. Ganó el papá, que trabajaba en el Estadio Reales Tamarindos, y lo soñaba futbolista.

Con mucha hambre de gloria
La entrega total se ha vuelto la bandera con la que navegan los negriazules, un equipo que recién llegó a la primera división ecuatoriana en 2010, y que son la gran sorpresa de la presente edición de la Copa Libertadores. Luego de una pausa por la Copa América Centenario 2016, el siguiente escalón este 7 de julio es Boca Juniors, equipo seis veces campeón de la justa continental.

“Sabemos que va a ser una serie muy complicada por toda la historia que tiene Boca, pero creo también que nosotros tenemos las armas para hacerles daño y poder llegar a la final. Somos un grupo con muchas ilusiones y hambre”, afirma sin complejos el máximo artillero del equipo en el torneo, en el que que ha festejado seis goles, dos de ellos de penal y uno de tiro libre.

En frente, jugadores de la talla de Carlos Tévez, pero Sornoza no se achica y sabe que Independiente tiene sus cartas fuertes; su complicidad con José Enrique Ángulo es una de ellas: “Nos conocemos muy bien. Es un jugador que se ha ganado el cariño y el respeto del público ecuatoriano e, incluso, de algunos en el plano internacional. Es una gran persona, tiene un gran corazón que se nota en la cancha”, comenta sobre su socio en la delantera, con quien se reparte 11 de los 12 tantos que ha anotado su escuadra.

El primer duelo de la serie será en casa, bajo el cobijo de los suyos, pero el pasaje al duelo por la gloria se confirmará en La Bombonera, uno de los estadios más duros de Sudamérica. “Jugar en La Bombonera produce alegría, emoción… Una semifinal es algo que no pasa todos los días y te llena de mucha ilusión. Hay que tener los pies sobre la tierra para hacer un gran partido ahí. Estamos mentalizados en que tenemos que hacer un gran trabajo y dejarlo todo en la cancha para poder llegar a la tan anhelada final».

Nota de: Víctor Loor Bonilla