Vicente del Bosque asumió en 2008 una rutina con los medios de comunicación que le ha tenido ocupado a más no poder. En función de las preferencias de las emisoras de radio, ha hablado con todas (Ser, Cope, Onda Cero, RNE y Radio Marca) antes de cada partido. Siempre, ya fueran oficiales o amistosos, trascendentes o no, se ponía al teléfono, un teléfono muy activo, por cierto, estos últimos días respondiendo a los centenares de mensajes que recibió. Esa rutina, y el todavía seleccionador lo sabe, le ha costado más de un disgusto. "Ahora cuando cuelgo siempre pienso: he hablado de más, pero bueno, qué le vamos a hacer", terminaba su entrevista en Radio Marca antes del partido contra Italia.
El caso es que esa forma de proceder le ha traído la última polémica, y no pequeña, en su adiós a la selección. "El comportamiento de Iker con sus compañeros ha sido perfecto en la concentración. Con el cuerpo técnico, así así...", dijo en la Cadena Ser. "Sé que está dolido con nosotros, con el cuerpo técnico, y a él no le he mandado mensaje, más sincero no puedo ser, porque me sabe mal que conmigo, con Javi, con Toni, no haya sido como...", reiteró, desvelando que las cosas no terminaron bien entre ellos, un episodio que tiene varias escaramuzas y un punto de inflexión: el hotel de concentración de Burdeos el lunes 20 de junio.
José Manuel Ochotorena, el preparador de porteros, se dirige a Iker Casillas y le dice algo parecido a esto: "¿Cómo estás? Dice el míster que si te ves bien para jugar". A partir de aquí, el problema. Según unas fuentes, eso lo interpreta Casillas como que va a ser titular contra Croacia, y para Del Bosque esa pregunta es, simplemente, una más de las que le hace a casi todos los jugadores en algún momento de la concentración. El martes 21, cinco horas antes del partido, una emisora de radio anuncia que Iker Casillas será titular, y eso lo interpretan en el cuerpo técnico como una traición por parte del portero, dando por hecho que ha sido él quien lo ha contado. Saben que un anuncio así va a generar polémica, justo lo que no necesitaba el equipo en ese momento. De Gea juega contra Croacia y la relación, fría desde antes, se congela definitivamente.
Porque la frialdad, escrito está, venía de antes. El entorno del portero ha dejado caer durante toda la concentración en la Isla de Ré que Del Bosque no hablaba con él. Y es verdad. Del Bosque decidió que jugara De Gea y no le dio ninguna explicación a Iker. Simplemente, después del primer partido, una conversación de pasillo, ni siquiera un minuto, una especie de explicación rápida con Casillas simplemente asintiendo. Ahí ya quedó claro que el resto de la concentración iba a ser lo que fue: sin palabras, evitándose.
A Del Bosque le duele que Iker haya reaccionado así después de todo lo que le ha defendido mientras estuvo en el Real Madrid y por eso no le mandó ningún mensaje personalizado, como sí hizo, para despedirse, con los otros 22 futbolistas que han estado en Francia. A Iker le ha molestado lo que él considera un trato injusto, no tanto por el hecho de no jugar, que también, como por no haber recibido una explicación más detallada, algo más de cariño, entiende él que merecido tras 167 partidos en la selección. Y de ahí, de las razones de uno y otro, nace un episodio feo que empaña a los dos.