La renuncia de Lionel Messi a la selección argentina fue un baldazo de agua helada. Nadie pensó que podría existir un dolor más grande que perder otra final. La caída ante Chile en la última instancia de Copa América Centenario provocó la sorprendente decisión del ’10’ albiceleste.

Sin embargo, en la historia de la selección argentina, no es la primera vez que un jugador importante haya tomado esa radical determinación. El diario «Olé» recopiló los siguientes casos similares al de Lionel Messi.

1. Juan Román Riquelme

Quizás, el último ’10’ que tuvo Argentina. El último jugador que fue esa pieza de engranaje que hacía funcionar como una máquina pura a su equipo. Cuando los suyos cayeron en los cuartos de final de Alemania 2006 ante el anfitrión, el ídolo de Boca Juniors optó por alejarse de la albiceleste por las fuertes críticas de los fanáticos que terminaron por alterar el estado de salud de su madre. Aunque, un par de meses más tarde se retractó.

2. Diego Armando Maradona

«Fue la última Copa. Creo que no juego más con la camiseta argentina», fueron las palabras de un dolorido Diego Maradona luego de caer en la final del Mundial 1990 ante Alemania. Quizás, lo dijo en caliente porque de un momento a otro lo pensó mejor y regresó al equipo. No fue el mismo. El antidoping de Estados Unidos 1994 lo terminó por sepultar.

3. Fernando Redondo

Caso curioso. Puede ser un caso único en el mundo. Fernando Redondo renunció en tres ocasiones a la selección argentina. Los factores en cada momento fueron diversos. El primer alejamiento sucedió a puertas del Mundial 1990. Redondo prefirió continuar con sus estudios. De ahí, todo tranquilo. Retornó a la albiceleste y logró la Copa América 1993 (último título de Argentina). En el banquillo pasaron Alfio Basile y Daniel Pasarella, técnicos con los que tuvo diferencias marcadas que lo terminaron por separar de la celeste y blanca.

4. Amadeo Carrizo

El legendario arquero de River Plate aún vive para contarlo. El portero argentino no pudo superar la espantosa goleada propinada por Checoslovaquia (6-1) en el Mundial de Suecia 1958. Quien sabe si se sintió culpable. Optó por renunciar para dar paso a otros jugadores jóvenes. Pasaron seis largos años para que regrese en silencio con Argentina. Ese año se adjudicó con la desaparecida Copa de las Naciones. Fue un premio consuelo para él. Nada lo hará olvidar los 10 goles recibidos en tres duelos en el mundial que jugó.