Tal como lo pretendía Bielsa, el contrato será solo por un año, no dos, y ganará 2,3 millones de euros y 700 mil su staff, formado por tres personas, todo lo cual pagado en dólares, como fue una de sus exigencias. También se prevé un suculento bono en caso que el conjunto romano se clasifique para la próxima Champions.

Entre otras de sus exigencias, pidió la contratación de Mauricio Isla, con quien estuvo en el Olympique de Marsella y en la Selección chilena.

Antes de asumir este compromiso, Bielsa se informó bien del club, de su presidente y, sobre todo, de sus jugadores, para lo cual pasó varios días y noches viendo los últimos 53 partidos de la Lazio, en una temporada que no fue de las mejores. Concluyó octavo en el campeonato.

Bielsa llegará sólo a fines de mes o inicios de julio, cuando será recibido como un conquistador, que deberá darle una nueva fisonomía al equipo, en particular una mentalidad ganadora.

El rosarino lleva un año sin dirigir, desde que se desvinculó de Olympique de Marsella, al que dirigió en la temporada 2014/2015.

A los 60 años, será su primera experiencia en el fútbol italiano. Arrancó en las inferiores de Newell’s, donde dirigió la primera división entre 1990 y 1992, y siguió en Atlas de México (1992-1994), América de México (1995-1996), Vélez Sarsfield (1997-1998, fue campeón del Clausura 98), Espanyol de Barcelona (1998), la selección argentina (1998-2004), la Selección de Chile (2007-2011), Athletic de Bilbao de España (2011-2013) y Olympique de Marsella (2014-2015).

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