Norma (o Nora, según algunas fuentes) Briseño, la mexicana que le hizo un rasguño a Messi en el brazo cuando se le echó encima en el acceso al Hotel Hyatt Park de Chicago burlando el dispositivo de seguridad, ha pedido perdón al crack argentino entre lágrimas:

“Sólo quería un autógrafo para mi hijo. Discúlpame si te lastimé, no quise que pasara eso”, es el mensaje dirigido al capitán de la albiceleste a través de los medios de comunicación que cubrían llegada de Argentina a su cuartel general en la Copa América y que hablaron con ella después de que la policía estadounidense desistiera de arrestarla.

Briseño, de 40 años, natural de Guadalajara, emigrada a USA hace varios lustros y que llevaba un cromo de Leo encima” , explicó que es ‘forofa’ de Messi “juegue con quien juegue, con el Barcelona o con su selección, yo voy para estar cerca suyo”.

En cuanto vio aparecer el autocar con los cracks del Tata Martino, ella forcejeó con los agentes, consiguió superarlos los superó y, con las pulsaciones a cien, alcanzó a Messi. Cuando iba a solicitarle el autógrafo, los policías la agarraron y sin querer arañó a Leo “en el brazo con mi pluma (uña)”.

Messi pareció pasar un mal trago, y se metió raudo en el hotel. Norma (Nora) insistió en que “le hice el rasguño sin querer, no fue a propósito”.

Además, relató que “después salió uno de los entrenadores y me dijo que dañé a Messi muy seriamente en el brazo y que esto no iba a terminar así. Que yo iba a terminar en la cárcel”, extremo que no se ha producido.

“Verlo es muy difícil, si no arriesgas algo para verlo no consigues nada. Era una oportunidad en un millón de poder acercarme y conseguir su firma: me siento muy mal por haberlo rasguñado, lo había tomado del brazo cuando la policía me sacó. Messi, discúlpame, sólo quería tu autógrafo para mi hijo”, repitió.