Momentos de tensión se vivieron en la noche del miércoles, cuando Sao Paulo y Atlético Mineiro se enfrentaban en el Morumbí por la ida de los cuartos de final de la Libertadores.

En medio de la euforia por el tanto de Michel Bastos, que ponía el partido 1 a 0 para los locales, ocurrió un accidente que pudo haber terminado en tragedia: una de las vallas de contención del anillo inferior cedió ante la presión de los torcedores y se desprendió, provocando que al menos veinte de ellos cayeran al foso, ubicado 2,5 metros abajo.

Dieciséis personas fueron atendidas en el momento y siete de ellas -con heridas más graves- fueron trasladadas a hospitales cercanos. Por suerte no hubo que lamentar ninguna víctima fatal. Incluso los jugadores del Sao Paulo interrumpieron el festejo del gol cuando se percataron de lo que sucedía, y se acercaron a ayudar a los heridos, acompañados de algunos futbolistas del Mineiro.