Con el Bayern había alcanzado tres semifinales y se le exigía no solo llegar a la final, sino también ganarla. No podrá ser. El Atlético de Madrid del Cholo Simeone dejó en la cuneta al equipo de Guardiola, que se despedirá del Bayern con tres Bundesligas pero sin ninguna Champions, lo que para muchos será considerado como un fracaso total.

Con la eliminación, se confirma la ya conocida como maldición española de Guardiola. Y es que en las dos anteriores ediciones de la Champions, su Bayern quedó eliminado de la competición ante Real Madrid y Barça y ahora su verdugo ha sido el Atlético de Madrid.

En su primer año, y con la condición de favorito indiscutible, sufrió un doloroso KO ante el Madrid, que luego ganaría la décima. Perdió 1-0 en el Bernabéu y luego cayó estrepitosamente en el Allianz Arena por 0-4, arrollado por el contragolpe blanco.

La temporada pasada, el rival que arrolló y eliminó al Bayern de Pep fue su Barça, que en el Camp Nou le impuso un serio correctivo (3-0), en una noche en la que Leo Messi marcó uno de sus mejores goles, mareando a Boateng. En la vuelta, el Bayern ganó (3-2) pero nunca tuvo opciones de remontar ante el que luego sería campeón.

En esta edición, el Bayern volvió a caer en un campo español y se quedó otra vez sin marcar. Fue hace una semana en el Calderón, cuando Saúl tumbó al coloso alemán con un gol digno del mismísimo Leo Messi, burlando a cuantos defensas le salieron al paso. Tampoco en la vuelta el Bayern, pese a ponerse con ventaja y tener un penalti a favor, ha podido alejar a sus propios fantasmas. La última bala de Guardiola no ha traspasado el chaleco de Simeone y Pep no ampliará su palmarés con otra Champions.

Su etapa en el Bayern se cerrará con un sabor agridulce por esta eliminación. Lo que para otro (tres semifinales) sería considerado como una hazaña, para Pep es poco menos que un fiasco, que sus detractores aprovecharán para pasarle factura.