El Leicester, un modesto club que aspiraba a la permanencia a principios de temporada, tiene ante sí la primera oportunidad de escribir una página inédita en la historia del fútbol inglés: si gana el domingo en Old Trafford al Manchester United (5º) se proclamará campeón de la Premier League.

La famosa sintonía ‘We are the champions’ podría retumbar en las gradas de Old Trafford, pero dedicada al equipo visitante. El Leicester viviría así una sensación que tantas veces ha vivido el equipo de Manchester, dominador del fútbol inglés durante años, bajo las órdenes de Alex Fergusson (13 ligas entre 1993 y 2013).

Pero en esta ocasión son los ‘Foxes’ los que confían en cantar el himno de Queen, cuyo batería John Deacon, es originario de una localidad en la periferia de la ciudad de Leicester.

Al equipo del italiano Claudio Ranieri le resta una victoria en los tres últimos partidos para proclamarse campeones. Pero los ‘Red Devils’ necesitan los tres puntos para seguir aspirando a clasificarse para la Liga de Campeones, un objetivo prioritario en una temporada decepcionante.

El Leicester volverá a tener que jugar sin su goleador Jamie Vardy (22 goles), quien vio aumentada su sanción en un partido adicional por la Federación Inglesa, que estimó «conducta inapropiada» del internacional inglés. Un contratiempo que el Leicester ha sabido superar con el argentino Leonardo Ulloa.

«Nuestra oportunidad de ser campeones es ahora. La próxima temporada no sabemos lo que puede pasar, el United, Chelsea, City estará ahí. Para nosotros es la oportunidad de nuestra vida», se conjuró Ranieri.

«Nuestra historia merece un final feliz, un ‘happy end’ como en las películas estadounidenses», añadió.