En el minuto 35 de partido, Andre Romer, jugador del Midtjylland, se arrojó con los tapones de punta contra Martin Vingaard, del Nordsjaelland, por venganza de una infracción anterior que no fue cobrada por el árbitro. Su venganza le salió cara, ya que acabó expulsado y su equipo, que ganaba 1-0, terminó derrotado por 2-1.