En tan solo 18 días el fútbol ecuatoriano ha tenido que despedir a tres de sus más grandes glorias. A jugadores que tienen su nombre registrados con letras doradas en los anales del balompié ecuatoriano y latinoamericano.

Primero fue Felix Lasso, luego Eduardo García y finalmente Ítalo Estupiñán. Tristes noticias que han caído como un baldazo de agua fría para propios y extraños; especialmente para quienes tuvimos la oportunidad de disfrutar de su calidad en las diferentes canchas de Ecuador, Chile, Uruguay y México. El fútbol sigue de luto por estas tragedias.

El Astillero lo lloró

El primer infortunio que azotó al pueblo futbolero de nuestro país fue el fallecimiento, Félix Lasso García (1945-2016), uno de los más notables futbolistas de antaño multicampeón con los clubes más importantes del país; los del Astillero.

‘Pereque’, como se lo conocía al futbolista que en sus inicios se desempeñó como alero derecho pero que luego se hizo centro delantero, fue una de las primeras apariciones célebres de Barcelona en la década de los años 60.

Lasso era un jugador de formidable calidad técnica, muy rápido, de notable colocación en el área y eficaz para el gol. Con el club amarillo ganó tres títulos nacionales 1963, 1965 y 1980. En 1970 registró su paso por Emelec, donde conquistó el título de 1972. Además se puso la divisa de Universidad de Chile donde también logró gritar campeón.

Fue parte de la Selección de América, junto a grandes estrellas, que enfrentaron a la Selección de Europa, en octubre de 1973. Jugó 48 partidos con Ecuador y marcó 23 goles.

Un ‘ñato’ eterno en Emelec

“Yo no le dí nada a Emelec; Emelec me dio absolutamente todo”. Campeón como jugador, técnico y directivo; Eduardo García es uno de los máximo referentes de la historia del Club Sport Emelec. El ‘Ñato’ escribió con letras doradas por el club tricampeón de nuestro balompié.

Su deceso ha dejado huérfano a un pueblo azul que por tradición desde 1980 ha festejado los sus títulos en sus reconocidos locales de comida en Guayaquil, ciudad que acogió como su nueva ciudad.

Un arquero que además de sus indiscutibles condiciones bajo los tres palos se destacó por su temperamento y poder de liderazgo en los clubes que militó. El ‘Ñato’ formó parte del Peñarol que fue bicampeón uruguayo (1964 y 1965); monarca de la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental en 1966.

Llegó al conjunto eléctrico en 1972, campaña donde fue campeón. Luego de 7 años, García dejó el arco a mediados de temporada, tomó el mando de la dirección técnica y cerró la campaña con una vuelta olímpica. Como directivo conquistó los campeonatos de 1988, 2013, 2014 y 2015.

Un ‘gato salvaje’ que abrió el camino

Hoy en día los futbolistas ecuatorianos en México son potencialmente valorados. Hay grandes jugadores que han sido tomados en cuenta en los grandes clubes de ese país donde han logrado forjar su propia historia.

EN 1974, un joven centro delantero afrodescendiente que destacó en El Nacional de Quito, se marchaba al Toluca de México; éste registró un paso descollante en ese territorio y abrió el camino a sus paisanos para que puedan ser considerados como grandes jugadores.

Campeón en la temporada 1974-1975 con el equipo ‘escarlata’ donde anotó 42 goles y es uno de sus máximos goleadores, figura del América, Puebla y Atletas Campesinos.

Con los camoteros levantó el título en la campaña 1982-83. Asimismo, fue campeón de la Copa Interamericana 1977 con América ganándole a Boca Juniors. Con América también fue campeón de Concacaf. Jugó 14 partidos con la selección de Ecuador y marcó 2 goles.

El ‘gato salvaje’ como se lo apodó en el país azteca, fue el último de los tres ex grandes futbolistas que enlutaron al balompié nacional y latinoamericano.