José Mourinho compareció ante los medios tras la derrota ante el Liverpool y aprovechó el momento para quejarse amargamente de la actuación arbitral. «Todo lo que sucedió en la segunda parte es consecuencia de un momento crucial. Todo el mundo lo vio. A la próxima rueda de prensa traeré unas gafas para que puedan ver mejor los partidos.»

En ese sentido, el técnico del Chelsea optó por morderse la lengua y no acusar directamente al colegiado dado que ya ha sido sancionado esta temporada por sus ataques a ese colectivo. «Prefiero escuchar, no hablar. La Federación me va a sancionar si hablo.»

El técnico portugués aseguró que no se ve fuera del Chelsea. «No creo que sea mi último partido aquí. ¿Qué pasará ahora?, me iré a casa, encontraré a mi familia triste, trataré de ver algo de rugby y me desconectaré», apuntó el entrenador luso.