Carlos Chávez no renunciará a su cargo y seguirá presidiendo la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) desde la cárcel. «Ejerzo y ejerceré mi cargo», comunicó en una nota a los nuevos miembros del comité ejecutivo de la FBF.

Chávez, que también es tesorero de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), está detenido desde hace cuatro semanas en la cárcel pública Palmasola, de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, por presuntos delitos de corrupción. El dirigente advirtió a los nuevos dirigentes del fútbol boliviano a que «sus actos serán nulos de pleno derecho», porque no dimitió de la presidencia de la FBF.

El tribunal de justicia de la ciudad de Sucre, por otra parte, rechazó un recurso de acción de libertad que presentó la defensa del acusado. Por otra parte, ese tribunal decidió suspender el arresto domiciliario de Alberto Lozada, secretario ejecutivo de la FBF y miembro del Comité de Disciplina de la Conmebol, quien deberá ser trasladado a la cárcel pública de Santa Cruz de la Sierra. Jorge Justiniano y Pedro Zambrano, otros dos dirigentes del fútbol boliviano, están presos por la misma causa en las cárceles públicas de las ciudades de Trinidad y Cobija, norte de Bolivia.

Los cuatro dirigentes están acusados de presuntos delitos de organización criminal, legitimación de ganancias ilícitas, uso indebido de influencias, beneficios en razón del cargo, delitos tributarios y estafa con la agravante de víctimas múltiples.