Cada vez estamos más cerca de octubre y por ende del mundial categoría sub 17 que se jugará en Chile. El tiempo sigue pasando y vemos como la Federación Ecuatoriana de Fútbol va logrando su cometido de “echar tierra” sobre el escándalo de los juveniles y de la participación de la selección ecuatoriana en la antedicha cita mundialista. Y es que la FEF tiene 14 años jugando a ser víctima. Esto hace que lleguemos incuso a pensar que es algo normal.

El tema es que no es normal ni está bien jugar siempre el mismo papel. Desatado el escándalo de la adulteración de edades y documentos de los juveniles todas las miradas se posaron sobre la selección sub 17 y su clasificación al mundial. Con esta situación de interés nacional la federación debía salir al frente y pronunciarse. Y entonces ¿qué hace la fef? Claro que se pronuncia, pero escondiéndose y excusándose al más puro estilo de una víctima.

Un dirigente de la federación declaró “hemos sido víctimas de un delito”. Lo que se traduce en la trinchera perfecta para esconderse, salvaguardar intereses propios y participar de un torneo cuya clasificación carece de legitimidad. La federación antepone como argumento que los documentos de los seleccionados que disputaron el torneo clasificatorio son revisados al momento de su inscripción en la fef “muchos años” antes de que se disputen dichos torneos. Pero ¿y cómo es esto? Entonces nos están diciendo que la federación no revisa o vuelve a revisar toda la documentación previo a un torneo. Altamente improbable y que de ser así agravaría mucho más la situación porque entonces ¿dónde está el control?.

La federación no es víctima, la federación escoge voluntariamente la autovictimización, que no es lo mismo. Si logras una clasificación violentando la regla principal que es la edad exigida, ¿cómo puedes pretender que sea válida? Y es que no se trata de documentos ni papeles. Se trata de que lo que se consiguió está viciado.

Aquí es donde me pregunto: ¿Es tan difícil ser responsable? ¿Era tan difícil salir al frente y aceptar las irregularidades al tiempo que se renunciaba a la participación mundialista? ¿No se debió primero terminar con la investigación y conocer las verdaderas causas y motivos?

Y es que para la federación el culpable siempre es el otro. Nunca un autoanálisis o peor una autocrítica. Siempre el mismo discurso de victimización y culpabilidad ajena. Discurso que lamentablemente siempre encuentra apoyo y difusión en otras fuerzas de poder.

Estoy por comenzar a creer que eso de ser víctima a la federación le encanta, y es que en el mundo que vivimos ser víctimas es rentable.

 

Por: Ab. Sylvia M. Meneses Echeverría
Twitter: @pilumeneses