La falta del holandés Nigel de Jong al juvenil Joshua Kimmich que lo sacó del partido entre el Milan y el Bayern Múnich alteró los ánimos de lo que debía ser un partido amistoso.
En el entretiempo del encuentro que el Bayern ganó 3-0 por la Audi Cup, el entrenador del conjunto alemán, Josep Guardiola, increpó al internacional holandés camino a los vestuarios por la falta que obligó a Kimmich a salir del encuentro, a la vista de todos los jugadores y de las cámaras de televisión.
"Yo estoy triste por Kimmich", repitió el técnico español cada vez que lo consultaron por la acción, visiblemente molesto. Y tras algunas respuestas monosilábicas, Guardiola abandonó la sala de conferencia por una puerta lateral.
También el técnico del Milan, el serbio Sinisa Mihajlovic, se refirió al incidente, aunque con una mirada bien distinta a la de Guardiola. "Acá jugamos al fútbol, esto no es ballet", respondió enfurecido. "Esto no era un partido amistoso".
De Jong, ex jugador del Hamburgo, se retiró del estadio sin hacer declaraciones frente a los numerosos periodistas que lo esperaban. En tanto, Kimmich apenas señaló que la lesión no era tan grave como se supuso en un principio.