Cambio de papeles durante el entrenamiento del Barça de esta pasada madrugada en Washington. Luis Suárez se ha puesto los guantes para colocarse bajo palos, de portero, mientras que Marc André Ter Stegen se ha atrevido a disparar un penalti.

Lo sorprendente ha sido la reacción del uruguayo que parecía que lo hubiera hecho toda la vida. Con determinación, después de intentar poner nervioso a su compañero, ha adivinado el lanzamiento del alemán y ha desviado el balón con una espectacular parada.