A la Federación Ecuatoriana de Fútbol “le cayó la bruja y la escoba de la bruja”: un mundial muy malo en Brasil 2014 y sus bochornosas consecuencias extra futbolísticas, el reciente fracaso en la Copa América y en el mundial femenino, la crisis económica y estructural de los clubes nacionales, y ahora adulteración y falsificación de documentos e identidades de los supuestos juveniles sub-17.

¿Es todo esto simple coincidencia o mala racha? Definitivamente no. El barco se hunde hace rato y el fútbol ecuatoriano está herido de muerte. Esto es como la metáfora del iceberg, durante los últimos 14 años (de una misma administración) se preocuparon sólo de la punta, de lo que era visible. Las bases, las estructuras y los fundamentos quedaron relegados. La selección de mayores es esa vitrina o punta de la que todos se agarraron, todos los esfuerzos se enfocaron en clasificar a los mundiales y a partir de ahí negocios y premios iban y venían. Todo lo demás a nadie nunca le interesó. El tema es que nada es eterno en esta vida y tarde o temprano las grietas aparecen.

Si bien es cierto los casos de falsificación y/o adulteración de documentos e identidades no son nada nuevo en nuestro fútbol ni en el fútbol mundial, sí creo que es conveniente hacer ciertas precisiones:

 Es un tema gravísimo: estamos hablando de presuntos delitos cometidos con dolo en contra de menores de edad.

 Aprovecharse de menores de edad y de su situación es un tema de todos conocido y que nadie se atreve a hablar.

 Que existan otros casos similares a nivel nacional e internacional no lo hace menos grave ni menos punible.

 Que es una situación no aislada que viene a agravar la crisis del fútbol ecuatoriano.

 Que es la misma FEF quien una y otra vez se ve envuelta en escándalos y polémicas.

 Que es la misma FEF quien puso la famosa “Regla del Juvenil” en cancha.

 Que estamos hablando de menores de edad y de una serie de posibles delitos y posibles consecuencias civiles y penales que deberán ser investigadas y castigadas por la justicia ordinaria.

 Que existe una selección clasificada a un mundial sub-17 que es la misma que está siendo directamente investigada.

Teniendo esto claro hay que precisar que aquí nadie debe hacerse el sorprendido. No puede haber sorpresa sobre un tema que viene rondando a la federación por años y que además se ha agravado notoriamente en los últimos meses.

Precisión importante: ¿cómo la FEF puede sancionar a Octavio Zambrano previo a que se termine la investigación? Esto es un papelón de la FEF después de haber conocido los resultados de la investigación del Registro Civil.

Además esto es más profundo de lo que creemos o de lo que nos quieren hacer ver. Es una situación que viene encadenada a un sin fin de problemas y situaciones que han provocado y seguirán provocando crisis. Esto es como el dominó que va arrasando con todo lo que está a su paso y al final ninguno queda en pie. Por donde se lo vea hay nudos y más nudos.

Iremos analizando en los siguientes escritos varios aspectos directamente relacionados con el tema y todas las posibles consecuencias.

Para terminar creo que es sumamente importante que la FEF defina y actúe sin darle largas. Hay decisiones que deben tomarse ahora, y otras que deberán planificarse como soluciones a largo plazo. Aunque hasta ahora han demostrado que no conocen cómo manejar las crisis.

Que Ecuador retire su participación del Mundial Sub-17 debería ser el primer paso, aunque lo más probable es que no lo hagan. El abogado de la FEF, Guillermo Saltos Guale dijo: “La FEF no ha tenido conciencia de estos ilícitos, no se la puede privar de un derecho ganado en la cancha. Vamos a colaborar en todo con el Registro Civil.” Señor Saltos sí se la puede privar y es así de simple, se ganó una clasificación para una categoría determinada utilizando jugadores que no pertenecen a esa categoría.

Podrán ser uno o podrán ser todos, eso no cambia que el resultado final esté viciado por infringir la norma principal del torneo que es la edad o categoría. No se trata de que si la FEF sabía o no (ustedes saquen sus conclusiones), eso no es lo que está en juego con respecto a esta selección juvenil. No se puede ir a disputar un torneo mundial cuando la categoría que va a participar es la misma que está siendo directamente investigada por presuntos delitos contra la justicia ordinaria. Es sentido común, aunque por algo es el menos común de los sentidos.

¿Hasta cuándo la FEF actuará como si no existiesen leyes que están por encima de ellos?
Estoy por creer que a este organismo lo que le gusta son los escándalos, taparlos con maquillaje, dilatar y hacerse los locos. Así ya van 14 años y hasta ahora nadie ha sido debidamente sancionado, nadie ha pagado por los daños y perjuicios, nadie ha ido a la cárcel.

Seguiremos la próxima semana.