No son tiempos felices para el fútbol ecuatoriano. Todo lo contrario. Hoy nuestro fútbol se encuentra enfermo por diversos temas de dominio público que vale la pena analizar.

Para arrancar está la profunda crisis económica que experimentan la mayoría de los clubes profesionales de nuestro fútbol. Crisis que no sólo aqueja a los equipos chicos como LDUL, que no se presentó a jugar en un partido de la primera etapa, pero también a los grandes como Deportivo Quito y BSC.

Los chullas tienen ya dos años al borde de la quiebra, y no ha podido salir del bache, lo que ha obligado a su Presidente a dar un paso al costado.

Inclusive el equipo más popular del país, BSC, en un hecho histórico, perdió 1 punto esta temporada al no presentar los roles de pago del mes de Abril en la FEF, lo que implicaba una deuda de más de 3 meses con el plantel de jugadores.

Si bien el manejo económico corresponde a cada uno de los clubes, y son los responsables de manejar sus finanzas, me pregunto ¿que ha hecho la FEF para intentar aplacar esta inminente crisis? ¿Acaso prohibió contratar a aquellos equipos que deben salarios de meses acumulados? No lo hizo. ¿Prohibió inscribir jugadores a aquellos equipos que adeudan dinero a tantos profesionales? Tampoco lo hizo.

Deportivamente después de un fracaso mundialista, teníamos la esperanza de hacer una buena Copa América, sin embargo el torneo continental recién culminado en Chile fue otro estrepitoso fracaso para nuestra selección, que en un grupo muy accesible no logró pasar la fase de grupos.

Lastimosamente, las fricciones entre jugadores que se ventilaron después de Brasil 2014 no se pudieron subsanar, y los continuas declaraciones y actitudes de ciertos seleccionados evidencian que el grupo sigue resquebrajado.

Finalmente, está el tema del momento, la suplantación de identidad de algunos jugadores de la selección Sub 17. Ya se confirmó que los jugadores Casquete, Tello y Montaño jugaron el sudamericano de la categoría con documentos adulterados y se investiga actualmente a muchos otros más por el mismo problema. Tema que preocupa muchísimo por las sanciones que se podrían venir para nuestro fútbol y sobre todo por la precaria imagen que está dejando Ecuador en el contexto futbolístico mundial.

Lo que preocupa es que ya tenemos antecedentes nefastos en este rubro como el de Moisés Cuero, Walter Ayoví, los Mellizos Quiñónez, el caso Chila-Cheme, entre otros, y no se ha hecho nada al respecto para solucionar este tipo de anomalías. Sólo imagínense cuántos otros casos de esta índole deben haber existido que no hayan saltado a la luz? Sólo de pensarlo me aterra.

En conclusión, hoy el fútbol ecuatoriano se encuentra enfermo, y no de una simple gripe pasajera, sinó enfermo de gravedad. Lo que asusta es que aún no se ha hallado la cura para dicha enfermedad y peor aún, no se la está buscando, porque para algunos ….EL FÚTBOL ECUATORIANO NO ESTÁ EN CRISIS!