El Comité de Ética de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) excluyó este jueves de por vida de todas las actividades relacionadas con el fútbol a Chuck Blazer, ex secretario general de la Confederación de América del Norte, Central y el Caribe (Concacaf).

Se acusa a Blazer, de 70 años, ex miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, de haber desempeñado un papel clave en tramas de corrupción que incluyeron la oferta, la aceptación, el pago y el recibo de pagos ilegales, comisiones y sobornos.

Blazer es una pieza clave en las investigaciones que la justicia de Estados Unidos y la suiza llevan a cabo por posibles casos de corrupción dentro de la FIFA y que llevaron a la detención el pasado 27 de mayo de siete directivos de la organización, cuando iban a participar en el Congreso para la reelección de Joseph Blatter como presidente.

En 2011, por su gran fortuna -valorada en 22 millones de dólares escondidos en sociedades pantalla-y por posible evasión de impuestos fue objeto de una investigación en Estados Unidos y acordó colaborar con la justicia para evitar la cárcel.

Su confesión fue básica para los cargos que el Departamento de Justicia de EEUU presentó contra nueve directivos de la FIFA y otras cinco personas vinculadas a la organización. Recientemente se ha desvelado parte de su confesión al juez, en la que admitió haber ayudado a arreglar la concesión de varios mundiales (Francia 1998 y Sudáfrica 2010) y varias ediciones de la Copa de Oro.

Blazer consiguió evadir impuestos durante dos décadas como directivo de la CONCACAF, que en una investigación interna en 2013 descubrió que había desviado fondos de la confederación para costearse dos apartamentos en Manhattan y viviendas de lujo en Miami y las Bahamas, entre otros bienes.