El partido de las estrellas de la NBA de este 2015 tuvo un ingrediente adicional.  Los españoles Pau y Marc Gasol no sólo se convirtieron en la segunda pareja de hermanos (Tom y Dick Van Arsdale fueron los primeros en 1970 y 1971) que coincidían en un All Star Game, además, lo hicieron como titulares.  Esto de por sí, suponía un nuevo hito, ya que nunca antes dos jugadores de un mismo país, sin incluir a los Estados Unidos, habían partido desde el inicio en las 63 ediciones previas del juego de las Estrellas. El baloncesto español sigue rompiendo fronteras.

Cuando se inició la Copa América, la mitad de los equipos del certamen ya tenían algo en común, todos los que dan órdenes desde la raya, tienen acento argentino.  Es la primera vez que tantos timoneles de una misma nacionalidad convergen en un certamen continental de selecciones, que en este caso vendrán desde la tierra de los bicampeones del mundo.  Jose Pekerman con Colombia, Gerardo Martino con Argentina, Ramón Díaz lo hace con Paraguay, Jorge Sampaoli dirige a Chile, Ricardo Gareca conduce a Perú y Gustavo Quinteros hace lo respectivo con Ecuador; de todos los anteriores, solo el técnico argentino nacionalizado boliviano que dirige a la selección ecuatoriana fue el único que no logro meterse en cuartos de final y decir que Argentina tiene 5 de los mejores 8 técnicos del continente, es ya para elogiar y seguramente, algo deben tener.

El tema de los entrenadores gauchos trasciende a Suramérica y no solo nos estamos refiriendo a lo hecho por Pochettino en el Tottenham, Simeone en Atlético de Madrid o Bielsa en el Olympique de Marsella, debemos incluir también a Iván Sopegno que entrena a Guatemala, Esteban Becker a Guinea Ecuatorial y Hector Cuper que conduce a Egipto.  Si, el mismo Cuper que se destacó en Huracán, que gano la Copa Conmebol con Lanús e hizo carrera en Europa dirigiendo al Mallorca, al Valencia, al Parma, al Inter, al Betis, al Racing de Santander y a la selección de Georgia.

El fútbol argentino aun goza de un enorme reconocimiento, tanto a nivel sudamericano como mundial, pese a que su torneo local no pasa por su mejor momento.  La continua salida de jugadores al exterior somete a los clubes a defenderse con sus canteras y hacen que la ausencia de calidad solo pueda ser compensada con el ingenio de los entrenadores que se ven obligados aprovechar al máximo los pocos recursos que les quedan.  Este crudo aprendizaje termina formando directores técnicos que se adaptan a los ambientes más hostiles, trabajando su poder de convencimiento y transmiten a sus dirigidos las bases necesarias para el crecer futbolístico.

Tanto los Gasol como los entrenadores argentinos vienen de un mismo país, hacen una gran labor y los hechos lo confirman.  Su gran entrega, constancia en el trabajo, amplio conocimiento y el ser ganadores por naturaleza, influye de manera positiva en la mentalidad de sus jugadores, haciendo que muchas federaciones y clubes alrededor del mundo, terminen seducidos por contratarlos.  Alfio Basile fue el último de ellos en conseguir la Copa América, la consiguió en aquella edición que se disputo en tierras ecuatorianas en un aquel lejano 1993, cuando le ganaron 2-1 la final a México; veremos si este año, un técnico de la tierra de Gardel, logra levantar el tan anhelad trofeo y aunque el tema es incierto, de lo que si estamos seguros es que el trabajo mostrado en esta competición, ya cosecha frutos dulces y el avance es evidente para cada uno de los países que los ficharon.  La eliminatoria suramericana va a ser el mismísimo infierno.