En declaraciones al Diario «O Estado de Sao Paulo», la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, manifestó su descontento por las calumnias que se han metido (supuestamente Brasil 2014 pagó para ser sede en el Mundial 2014). La Primera Mandataria señaló que aceptará que se investigue a la Federación Brasileña, pero que no hallarán nada.

«Brasil no es cualquier país en materia de fútbol. No necesitamos pagarle a nadie para traer la Copa, que fue la más lucrativa de la que se tiene noticia. No veo motivos para hacerlo», expuso la economista  de 67 años de edad, nacida en Belo Horizonte.