El paraguayo Nicolás Leoz, ex presidente de la Conmebol, se declaró «indignado» por estar implicado en la investigación de corrupción en la FIFA y por ser uno de los imputados por la Justicia de los Estados Unidos, que solicita su extradición para juzgarlo en territorio norteamericano.

«Yo no sé de dónde viene esto. Me indigna lo que me están queriendo hacer», dijo Leoz, según su abogado Raúl Barriocanal, quien se entrevistó con él en el sanatorio privado Migone en Asunción, una clínica de su propiedad, donde se encuentra internado por problemas cardíacos y Parkinson.

«Eso fue lo único que me dijo», señaló el jurista del ex dirigente deportivo de 86 años, que se mantuvo 27 años al frente de la Conmebol (desde 1986) y figuraba como miembro de la FIFA desde 1998, en declaraciones al diario paraguayo ABC Color.

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos presentó ante el Ministerio de Relaciones Exteriores una solicitud de arresto con fines de extradición sobre Leoz, quien es acusado de «conspiración para acordar intencionadamente, conducir o participar de actividades de crimen organizado, conspiración para concebir cualquier plan o proyecto para estafar, dirigir o intentar una transacción final que envuelva ganancias de actividades ilícitas».

Nicolás Leoz es perseguido por la misma causa por la que detuvieron a siete dirigentes en Zúrich, cinco latinoamericanos y dos británicos originarios de Islas Caimán. Son sospechosos de haber aceptado sobornos de varios millones de dólares desde los años noventa hasta ahora.

Barriocanal adelantó que «difícilmente» Leoz pueda ir a prisión por su avanzada edad y su precario estado de salud. Admitió que el ex dirigente, que se jubiló de la Conmebol en abril de 2013 también por investigaciones de corrupción, quedó internado «por un resfrío y por todo esto que está pasando. Esto le afecta mucho a él y por ahí viene su internación».