Al finalizar el primer tiempo del duelo entre el Bayern Munich y el FC Barcelona, se dio un hecho llamativo.

Al momento en el que los jugadores y técnicos se dirigían al túnel para el descanso, Pep Guardiola se acercó a Messi y le dijo unas palabras que le sacaron una leve sonrisa a la «Pulga» para luego terminar su encuentro con un abrazo fraternal.