Pep Guardiola tiene ante sí uno de los retos más difíciles de su carrera: remontarle al Porto el 3-1 con que se saldó el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League, disputado el miércoles en Do Dragao. El técnico catalán sólo había encajado hasta la fecha este resultado en una ocasión en la máxima competición continental y acabó sucumbiendo, incapaz de remontar en el partido de vuelta.

El precedente se remonta a la temporada 2009-10. El Barça se enfrentó en semifinales de la Champions al Inter de José Mourinho. Los italianos se impusieron en el partido de ida por 3-1, con polémica arbitral incluida pese al silencio del portugués. Y en la vuelta, los de Guardiola no pudieron pasar del 1-0, pese a que a Bojan se le anuló un gol a poco del final que pudo suponer la clasificación ante un Inter con 10 por la expulsión de Motta.

En competición doméstica Guardiola sí logró remontar un 3-1 en contra. Fue en la Supercopa de España 2010-11. Tras perder en el Sánchez Pizjuán por este resultado ante un Sevilla y con un once titular plagado de jugadores del Barça B, los blaugrana voltearon el resultado con un rotundo 4-0 en el partido de vuelta, disputado en el Camp Nou y que le valió el título de campeón.