Los jugadores del Inter de Milán han conocido hoy la faceta menos amable de Roberto Mancini. El técnico ha castigado a sus jugadores anulando el día libre del que disponían hoy, en el que se celebra la Pascua, después de su empate de ayer ante el Parma en el Giuseppe Meazza.

Y no solo eso. Los interistas, lejos de quedarse con sus familias y descansando, ha tenido que pegarse un madrugón para estar en la ciudad deportiva del Inter a las 8 de la mañana, hora en la que empezaba una charla sobre el césped que terminó por convertirse en una mayúscula bronca. Tras la reprimenda, otros 50 minutos de sesión y a casa.

El Inter sufre una grave crisis deportiva que dura ya varios años, pero esta temporada lleva visos de convertirse en desastre. El equipo marcha décimo en la clasificación de la Serie A, a diez puntos de los puestos que dan acceso a Europa y no ha conseguido ganar en las últimas cinco jornadas del campeonato.