La ingesta de líquidos es importante en el momento del entrenamiento como en la competencia por sus pérdidas de agua y de sustancias minerales y sobre todo lo llamativo es no beber cuando se tiene sed ya que el organismo ya se encuentra en proceso de deshidratación.

El propio cuerpo tiene un sistema de enfriamiento que es la “transpiración” lo que requiere ser llenado garantizando con ello que no decaiga el rendimiento, la concentración y las ganas; luego tenemos como causa de pérdidas de 1 litro de líquido puede haber un descenso del rendimiento de un 10% lo que posteriormente puede llevar por ej. dolores de cabeza, cansancio, disturbios en la concentración o a los calambres nocturnos.

Con cada condición de entrenamiento e intensidad de carga los deportistas transpiran diferente; una persona sin entrenamiento produce con el deporte aprox. 0.8 L/h. de sudor y el deportista con entrenamiento intenso de 2 a 3 litros.

  • Pesar a los jugadores antes y después del entrenamiento.
  • Monitorear cuidadosamente la ingesta de líquidos durante el entrenamiento.
  • Recolectar muestras de sudor con parches especiales en diversas partes del cuerpo.

Existen otras causas que se deben tener en cuenta como son:

  • Que los jugadores no reponen el líquido que pierden por el sudor.
  • La variabilidad individual es grande en lo que se refiere a la tasa de sudor como en el hábito de ingerir líquido.
  • Sí es posible hidratarse mucho en un entrenamiento en el frío.
  • El agua aunque contenga sodio no permite reponer todos los minerales que se pierden por el sudor.
  • Algunos jugadores se presentan a entrenar en estado de hipo hidratación.
  • La ingesta de bebidas deportivas pueden mejorar el rendimiento deportivo.

Luego tenemos la Termorregulación, la Ingesta voluntaria y con ello el rendimiento deportivo. 

El rendimiento deportivo se ve afectado por la falta de hidratación tanto en las carreras de velocidad como en las de resistencia ya que aún niveles bajos de deshidratación (1%) son suficientes para afectar el rendimiento.

El rendimiento cognitivo; como el caso del futbol, tiene una importancia estratégica de equipo y de control motor para el manejo del balón, también se ven afectados cuando se presenta una deshidratación severa e hipertermia afectando la destreza específica en el futbolista y ello ocurre a niveles de deshidratación equivalentes al 2.4% de la masa corporal.

El reemplazo de agua y sales por la pérdida por el sudor es uno de los objetivos nutricionales del futbolista durante el entrenamiento o la competencia; los efectos adversos de la fatiga pueden retrasar el rendimiento o reducirlo por ello que se hace indispensable la toma de bebidas con contenido electrolítico.

Los jugadores profesionales de fútbol no reponen el líquido que pierden por la sudoración durante el entrenamiento, ya que pierden en su peso corporal de 1.23 y 1.27 kg terminando con un porcentaje de deshidratación de alrededor del 1.6%.

Diferencias individuales.

Existen diferencias sustanciales tanto en la tasa de sudor como en la reposición de líquido durante os entrenamientos – promedio de ingesta por 90 min. de entrenamiento 239-1724ml – reponiendo del 9 al 73% de las pérdidas y en los climas fríos el consumo de líquidos sería menor entre 44 y 951ml.

Reposición completa.

La oportunidad de consumir líquidos durante la competencia son limitadas y la habilidad para vaciar los líquidos ingeridos del estómago y absorberlos en el intestino perjudican en el ejercicio intermitente de alta intensidad como en el futbol por lo que debe asegurar que el jugador debe estar completamente bien hidratado antes de que se inicie el entrenamiento o competencia; para lograrlo se debe monitorear la gravedad específica de la orina antes de cada entrenamiento (ideal por debajo de 1.020) o controlar el color y el volumen de la 1era orina de la mañana para poder compensar la deficiencia. Si no se hidrata lo suficiente antes, durante y después de cada entrenamiento es muy posible que llegue deshidratado al siguiente entrenamiento.

Tomar regularmente en las pausas del entrenamiento es para mantenerse en forma para la ejecución de la actividad deportiva; con actividades corporales sobre los 30 minutos se debe tomar aprox. 0.5 hasta 1 litro/hora; con cargas intensas de más de 1 hora de duración se aconseja tomar cada 15 min. hasta pausas de 7 tomas con aprox. 200 hasta 50ml/pausa.

Un ambicionado deportista toma 15 a 30 min. antes del entrenamiento o la competencia de 300 – 500ml de líquido.

Las bebidas deportivas tienen que ser Isotónicas o hipotónicas; es decir que contengan igual cantidad de partículas disueltas como la sangre (Isotónicas) o un número más pequeño de partículas disueltas (Hipotónicas).

Son también aconsejable las bebidas que contengan la mezcla de jugo de manzana + agua mineral en proporción 1/1; agua mineral sin ácido carbónico pero con alto contenido de sustancias minerales.

No son idóneos los jugos cítricos como de naranja o limonadas o los jugos puros de frutas ya que contienen muchas sustancias disueltas.

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