Iker Casillas habló finalmente largo y tendido sobre todo lo que rodea su figura, tanto en el presente como en el pasado. El guardameta del Real Madrid se sinceró y respondió, para Iñaki Gabilondo (Canal+), varias preguntas sobre el Barça, Mourinho, Arbeloa y todas las otras polémicas que le han acompañado en los últimos tiempos.

Sobre la famosa llamada a Xavi y Puyol para solucionar el mal ambiente que había en los Barça-Real Madrid, Casillas aseguró que no fue una llamada para pedir perdón, «sino todo lo contrario». «La llamada era para reprocharnos muchas cosas, aquí Iker Casillas no pide perdón a Xavi. Para nada. Por mucho que se haya querido vender esa imagen o esa historia para que mucha gente diga pues vaya el capitán del Real Madrid que se baja los pantalones ante un Xavi Hernández. En la conversación nos dijimos de todo«, declaró Casillas.

Sobre José Mourinho, el madridista opinó que «igual tenía que haber respondido antes, pero opté por callarme por el bien del club». «No nos dirigíamos la palabra. No era una relación buena y cada uno iba por su lado. Curiosamente, cuando estaba lesionado venía todos los días. Cuando me recuperé, Karanka dijo que no tenía el alta competitiva y ahí sentí que tenían un problema conmigo», explicó Casillas.

De su relación con Arbeloa, el guardameta reconoció que su relación ya no es la misma. «Arbeloa y yo tenemos discrepancias en cuanto a visiones en el equipo. Nuestra relación no es como la de hace cinco, seis o siete años, pero la relación es cordial, educada y de respeto. No tenemos la relación de antaño, pero no pasa nada», dijo.

Cuestionado por ser el supuesto ‘topo’ del vestuario del Real Madrid, Casillas lo calificó de «injusto». «Entiendo que la gente ha empezado ese movimiento y tengo que aceptarlo. Quiero pensar que el entrenador y el presidente no consideraban que era un topo», explicó Iker.

Casillas, que también reconoció que se sintió «aislado» durante su lesión en la mano,expresó su deseo de jugar con España la Eurocopa de 2016. «El pasado Mundial me dejó muy tocado. Tengo una espinita clavada ahí», confesó.