Así es la historia del nuevo delantero juvenil de Barcelona, que cumplió un sueño con ‘La Pulga’.

En las últimas semanas, las redes sociales han sacado a la luz la fotografía de un adolescente vestido de calle junto al argentino Leo Messi -uniformado con ropa de entrenamiento del Barcelona-, en el típico retrato que un aficionado busca inmortalizar cuando coincide con uno de los mejores futbolistas del planeta.

Tres años después de ese fugaz encuentro, ese joven, hoy de 18 años, ha debutado con gol en partido oficial con el primer equipo azulgrana, en el Camp Nou, compartiendo alineación con el astro rosarino. Se trata de Munir El Haddadi (El Escorial, Madrid, 1995), un talentoso delantero de la cantera que ha cautivado de tal manera a Luis Enrique Martínez, que el técnico asturiano le ha dado la alternativa como titular en el debut liguero contra el Elche (3-0).

Cierto es que el Barcelona contaba con numerosas bajas en ataque. La ausencia del brasileño Neymar, con molestias en el tobillo, y del sancionado Luis Suárez, así como la duda de Pedro Rodríguez, debilitado por una inoportuna gastroenteritis, han allanado el camino para que este joven talento tuviera un hueco en la primera alineación oficial del año.

Munir no se escondió
En su debut, Munir no se escondió. Arrancó en la banda izquierda, cerca de Messi, por delante de Iniesta. Su misión, además de crear peligro en ataque, iniciar la primera línea de presión defensiva. Pese a su condición de debutante, sus compañeros lo buscaron. Ya saben como se las gasta, después de erigirse en la revelación de la pretemporada.

En la primera mitad hizo temblar la portería de Tyton con un potente zurdazo que acabó en el travesaño. Tras la expulsión de Mascherano antes de la reanudación, acertó Luis Enrique situándolo en la punta de ataque, con espacio.

Fue entonces cuando relució su innata puntería con un gol de ‘nueve’. En el minuto 46, trazó un desmarque profundo, que Rakitic leyó a la perfección con una asistencia desde el círculo central que descolocó a los zagueros rivales. Se quedó solo ante Tyton y, en lugar de controlar el balón, dio un sutil toque con el exterior de su zurda para celebrar su primera diana en la Liga y llevarse la primera gran ovación del templo azulgrana.