Corinne Diacre, que durante años ha sido una de las futbolistas más prestigiosas de Francia, se convertirá hoy en la primera entrenadora de un equipo profesional, el Clermont Foot, de segunda división, con el que debutará en el campeonato galo.

El mismo día que cumple 40 años, Diacre dirigirá su primer partido oficial desde un banquillo en un paso que el fútbol francés considera como un avance en la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

Diacre lo ha sido todo en el fútbol femenino. Internacional en 121 ocasiones entre 1993 y 2005, un récord, primera mujer en conseguir un diploma de entrenadora profesional en Francia, algo que logró en mayo pasado, durante años fue la adjunta del seleccionador femenino de su país Bruno Bini.

En paralelo entrenó al equipo femenino aficionado en el que desarrolló la mayor parte de su carrera, el Soyaux. Nacida en el norte de Francia, en la localidad de Croix, Diacre espera ser juzgada por los mismos criterios que sus colegas hombres, en particular los resultados.

«No tengo una presión particular, pero sé que en este mundo nadie te regala nada, por lo que el objetivo será ganar lo máximo posible», afirma la técnica. Diacre llegó al Clermont poco antes del inicio de la pretemporada y después de que la portuguesa Helena Costa decidiera dejar el banquillo ante la presión mediática que se había creado.